Un artículo más para el buzón de los olvidos


Servidor, que se encuentra a caballo de ser de varias poblaciones y que siempre ha pensado que la historia de estas está formada por pequeños personajes que, día a día, la han ido forjando con su pequeña y particular aportación en su propio campo y que al mismo tiempo está viendo lo que se está haciendo en algunos lugares por recuperar su patrimonio, el de sus gentes y el de su historia se siente relativamente triste al ver lo que se está haciendo en esta nuestra ciudad llamada Burriana.

La verdad es que a pesar de su potencial, de su importancia, de su capacidad económica, de sus muchas posibilidades, de los innumerables colaboradores que podría tener, de su gran historia citrícola, de su historia cultural, y de otros muchos “etces” que podríamos añadir, no tiene un discurso de ciudad como el que se merece y ante esto me surge la pregunta ¿Por qué?

Probablemente porque a sus ciudadanos no les ha interesado o porque quienes lo han dirigido no han sabido buscar a quienes recopilaran la historia para darle un discurso como tal.

Algunos dirán que hace unos años hubo un intento. Si, efectivamente, lo hubo, pero lo que fue un primer paso allá a finales de los años ochenta con la edición de dos tomos de la historia de Burriana, se quedó en un primer paso nada más y a partir de ese momento no se ha continuado nada. Aquello, que fue bonito debió tener una continuación pero hasta la fecha nada y de eso han pasado ya treinta años.

Si analizas lo que se está haciendo en otras poblaciones de nuestro entorno podemos ver cosas como Artanapedia o Nulespedia que a través de un trabajo muy interesante, colaborativo y tenaz se están recuperando esas imágenes de un pasado que nuestro Magnífic no es capaz de ordenar para que las donaciones de sus ciudadanos particulares y muchas veces anónimos se incorporen a la historia global de la población que los acoge.

En varias ocasiones he reivindicado la figura del cronista, relator o como se le quiera llamar que ordene el discurso de esta ciudad para que sus personajes no sean olvidados, como lo están siendo. Reclamo, como ya he reclamado en infinidad de ocasiones, que se reabra esa parte de nuestra historia como es el Museu de la Taronja. Reivindico que se reconozcan a las personas que han trabajado por esta ciudad y han contribuido a forjar su historia. Y, finalmente, pido que se dejen ya de tonterías y se pongan manos a la obra para que la historia de esta ciudad, sus personajes, su patrimonio y todo aquello que ha contribuido a que Burriana sea lo que es, tenga su merecimiento.

Probablemente el calor habrá “aplatanado” nuestras neuronas y este sea un artículo más que caerá en el buzón de los olvidos.

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