joan llido

Hoy me decía mi amiga Rosa CS que estoy perezoso, que no escribo en el blog y que ya hace una semana que no cuelgo nada, no es así, el tema es que estoy muy liado y, a veces, no encuentras el momento para escribir algo y, si encima, estas incubando algo, un resfriado, la gripe o cualquier otra cosa, la situación se te complica y este es, en este momento, mi situación. Pero, sin embargo, en esta semana de fin de mes y de inicio del mes de febrero, incluido el día de Sant Blai, patrón, entre otros lugares de Burriana, quería hacer especial mención a esta festividad y a los actos que en la capital de la Plana Baixa se celebrarán para conmemorar a tan insigne obispo que según la tradición nos cuida de los males de garganta, pues bien, a ver si me la alibia un poco que la tengo bastante irritada. Digo pues que de entre los actos destacados de las fiestas patronales, poco o nada nuevo se aporta y que si no fuera por los actos religiosos y algunas entidades privadas el programa impreso de l...

Esta semana, confieso, he tenido abandonado el blog, aunque no se si decir que lo he tenido totalmente olvidado, hasta hoy que he tenido un momento para sentarme delante del ordenador y escribir, brevemente unas letras con las que recordar la lección de la escritura. Justo en el momento de iniciar el presente, recibo una llamada, indicándome que el próximo día dos de enero se presenta el libro sobre memorias de Enrique Monsonís, quien fuera presidente del Consell en los inicios del período autonómico y que falleció recientemente sin que se le hiciera justicia municipal por muchos motivos y, probablemente, por muchas envidias y eso que no me oculto de de decir que no era santo de mi devoción, pero a tal señor, tal honor y si fue lo que fue debería habérsele reconocido en vida y no, como mal menor, a título póstumo, pero que le vamos a hacer, somos así; menos mal que con Manuel Borja Villel se ha llegado a tiempo, por cierto el día 4 de febrero a las 13 horas. Sin embargo el olvido del b...

Pasada la resaca festiva y con los prolegómenos de las fiestas dedicadas en honor al patrón de los animales, Sant Antoni del porquet, iniciamos una cuesta que esperamos que “sólo"· sea de enero, aunque no se por qué este año será todo una cuesta y mi deseo sería que no fuera muy pronunciada. Digo pues que iniciamos la vida “normal”, aunque plagada de pequeños brotes, no verdes, que nos van alegrando la vida, aunque sin existir demasiada alegría. Mientras escribo estas letras escucho el discurrir por las calles de los carros y carruajes que pasean con motivo de la celebración de Sant Antoni en Burriana, los caballos que elegantemente marcan el paso y hacen sonar sus herraduras sobre los adoquines de la calle, los toros mansos que hacen sonar sus “esquelles” y a continuación el carro con la imagen del santo seguida por miles de personas que acompañan su figura para que en el día de hoy les bendiga a los animales domésticos. Debo aprestarme, pues tengo que sacar a mi “Bobi” para que ...

Ya ha pasado esa noche mágica del cinco de enero para amanecer con el día de Reyes con los regalos bajo el árbol de Navidad a cuyos pies se encuentra nuestro tradicional nacimiento con la Virgen , San José y el Niño acompañados de los dos conocidos animalitos, el burro y la vaca. Los regalos están bien envueltos y escritos en su brillante papel los nombres de sus destinatarios; el cuenco en el que hemos puesto el agua para los camellos está vacío y los regalos brillan con la luz del alba, quienes tienen niños pequeños madrugan ante el recelo de ver lo que les han traído sus majestades y quienes no los tenemos, nos levantamos más tranquilos coincidiendo con la hora de llegada después de una noche de celebración del “Roscón”. Ilusionados, contentos, nerviosos cada niño se arroja a los pies del árbol a recoger sus regalos, busca su nombre y rápidamente se pone a rasgar el envoltorio para mirar su contenido, el cual, se lo que fuere su contenido llena de ilusión esos ojos grandes y observa...

Todavía resuenan los últimos tonos de la marcha Radetzky en mi mente cuando en esta mañana, primera de enero y de un año que sucede a otro “horríbilis”, me pongo a escribir estas letras y, como no, después de escuchar los sones de los valses de la familia Strauss y otras composiciones, algunas de ellas con aire español, quiero felicitar a todos este nuevo ciclo con el deseo de que sea, al menos, un poco mejor que el pasado. Desprovisto de mi prenda de color rojo de la noche de fin de año, emprendo a pensar en el “Nuevo” y la primera de las tareas, como la de todo hijo de vecino, es la de escribir la carta a los Reyes Magos para que la noche del día cinco de enero tengan a bien colmar de felicidad nuestros hogares y llenar de satisfacción a los más pequeños. En el momento de pedir no tengo claro por donde empezar ya que con el tema de la globalización no se si iniciar la carta con caracteres generales, que siempre pueden afectarme o redactar primeramente los particulares para extenderme...