joan llido

Bueno pues. Ya tenemos el Plan Estratégico de Turismo de Burriana, elaborado, presentado a quien corresponde, supongo, y colgado en la web municipal http://www.burriana.es/ayuninf/ordenanzas/SEC-IV-PlaEstrategicTurisme2017.pdf  . Estos días he aprovechado para imprimirlo y leerlo, así como también para analizarlo y ver las propuestas, planes de ejecución, periodos y análisis diversos sobre recursos, producto, posibilidades y otras intenciones varias que pueden posibilitar que Burriana sea un municipio, realmente, turístico. En primer lugar cuestiona algo que ya algunos sabíamos desde hace tiempo y que no es otra cosa que conocer el verdadero interés de los ciudadanos que habitan esta ciudad para que su municipio, Burriana, sea un municipio turístico; y la respuesta, sin ser descabellada, no tiene todos los beneplácitos que debiera dado que, aunque no se quiera, hay muchos reticentes. El análisis realizado es muy bueno, pero lo que más me gusta es el tema de las conclusione

No sé, a veces pensar en algo y que pueda ser productivo te puede llevar a pensar que estás o, mejor, estoy fuera de lugar; pienso cosas que no debiera, raciocinios sin sentido que me conducen a sospechar lo presuntamente zoquete que soy al no ser capaz de transmitir mis ideas para una ciudad, la mía, la que vivo, la que siento o la de la que son mis hijos, sea un poco mejor. Siempre he creído que las obras en una casa deben realizarse desde el interior hacia la puerta de salida; algo así como desde el centro a la periferia en el caso de una población. Y la pregunta que me surge es ¿Por qué? Y llego a la conclusión de que si trabajamos desde dentro hacia fuera, vamos construyendo y lo que se realiza ya no se ensucia, ni se raya, ni lo estropean el resto de las obras pendientes de ejecutar. Hay responsables municipales, de cualquier fuerza política, que así lo han entendido y así, de bien, les ha ido; sin embargo, otros, pese al cambio llevado a cabo, no han sabido entende

Hay quienes confunden actividades turísticas con el entretenimiento de su propio personal, en aras de justificar una serie de incongruencias sobre el verdadero concepto de lo que es turismo, sus propias posibilidades y la conceptualización de actividad cultural dentro de su propia programación local. Según la Organización Mundial del Turismo, OMT, “el turismo  consiste en los viajes y estancias que realizan personas en lugares distintos a su entorno habitual (al menos durante una noche y como máximo 365 días), por ocio, negocios u otros motivos.​ Si no se realiza pernoctación, se consideran excursionistas. Los turistas y excursionistas forman el total de visitantes.” Si analizamos, conscientemente, la definición que hace este organismo internacional y nuestro entorno más inmediato, veremos lo que estamos haciendo; podemos analizar nuestras capacidades y comprobar nuestros aciertos y errores, a pesar de algunos “técnicos” y/o responsables municipales que no dejan de ver su “cor

Vaya, vaya, con el calor. Tras la llegada de verano, que no del calor, que parece que lo tenemos anclado durante todo el año, se aproximan los periodos de vacaciones con julio y agosto como meses por excelencia para ello y, con ello, todo el descontrol típico de ello. Con el verano llegan los turistas, los festivales y, como no, los mosquitos que se dejan notar, aunque a estas alturas parece que no hay muchos o que los que hay son pacíficos, no se oyen muchas quejas con referencia a las picaduras de estos diminutos seres que tienen especial predilección por algún tipo de pieles dado que a unos no les pican y a otros si. Como los pimientos de Padrón que unos pican y otros “non”. En fin, que eso, que la playa llena, los merenderos funcionando, alguna que otra actividad en la Torre de Mar, ferias comerciales en la playa y el Arenal Sound preparándose para el primer fin de semana de agosto en que nuestra ciudad acogerá a miles de personas ávidas de disfrute de la música que les gu

Me resultan chocantes aquellos titulares que te llevan a la ambigüedad o a la confusión hasta que llegas a leer la redacción y desarrollo de la noticia y es que el que he leído hoy me ha causado gracia, especialmente por lo que me afecta. El titular dice “piden a la alcaldesa que ponga orden en El Pla” y sin leer el contenido yo me he dicho. Yo también. Me gustaría que hicieran un parking en el subsuelo, o al menos que arreglaran el infame pavimento que existe, lleno de baches; me gustaría que repusieran todos los arbolitos que a lo largo de los años han ido rompiéndose y que los diferentes equipos de gobierno no los han repuesto. Me gustaría que lo peatonalizaran y que sirviera de revulsivo para la prosperidad del comercio en general; me agradaría que cambiaran el alumbrado público y que El Pla, cuando se hace de noche no pareciera una cueva. Me gustaría que estuviera lleno de terrazas y de buen ambiente y que fuera el reflejo de una ciudad próspera y animada. En fin, es

El tema del BIM El Pla, que edita cada mes el Magnífic, se ha convertido desde hace unos años en un arma arrojadiza entre la oposición y los diferentes equipos de gobierno y todo ello se inició hace tres legislaturas cuando bajo la responsabilidad de la entonces concejal de información Esther Pallardó comenzó a interesar más el precio que la calidad de los contenidos y cuando pasó a convertirse en un arma propagandística del equipo de gobierno. Tras entregar su redacción y edición a manos tuteladas comenzó el desorden; meses que no salía, meses que salieron dos con quince días de diferencia y con un diseño e información que comenzó a dejar de interesar a muchos ciudadanos que de forma habitual esperaban expectantes la salida del BIM para informarse de las próximas actividades a realizar y de lo que había acontecido en los últimos treinta días. Ahora el descontrol o, a lo mejor, desorganización nos está llevando a que, nuevamente, la oposición proteste por los retrasos y sin em