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Ánimo

Querido blog: Estamos llegando a final de año y, tras haber felicitado la Navidad a mis amigos a través de otro medio que te hace la competencia, quiero decirte que este ha sido un tiempo en el que te he dejado un poco más abandonado que los años anteriores y que he tenido una mayor irregularidad para contigo. Tengo que reconocer que los múltiples desencantos que me han rodeado han conllevado que, en algunos momentos, no me acordara de esa cosa que ha llenado mi vida que no ha sido otra que la de escribir palabras en el papel o en el viento, a través de las ondas, y que fueran mis ciudades y sus ciudadanos quienes padecieran, disfrutaran o se enteraran de aquello que muchas veces ocurría entre ellos o que mi cabeza deseaba decir. No es que, como puedes ver, te haya sido infiel, sino que te he marginado un poquito por aquello de no escribir, muchas veces, de las cosas negativas que nos han acontecido, pero es que si tuviera que elegir una palabra para definir este año tran

Menos verborrea y más honestidad para con nuestra ciudad.

Nada hay peor para una población que sus representantes municipales jueguen a políticos de altos vuelos y que todas sus actuaciones estén encaminadas a lo mismo, conseguir el poder a cualquier precio, sin importarles los más mínimo el beneficio y el amejoramiento de aquellos ciudadanos que forman parte de ese colectivo local que se llama municipio y, en este caso particular, no es otro que Burriana. Desde hace muchos lustros, algunos munícipes de nuestro Magnífic y, especialmente del grupo popular, han jugado a políticos de altos vuelos con el objetivo final de medrar políticamente y, aunque, algunos lo han conseguido siendo diputados o parlamentarios con un gran beneficio, única y exclusivamente, personal, para nada han demostrado, o están demostrando, su efectividad a nivel local. Ahora, vuelve a pasar lo mismo, ante la moda del repudio del Congreso y el Senado de algún que otro ministro, en esta o la anterior legislatura, nuestros munícipes del tripartito opositor han presentad

Largo me lo fiais amigo Sancho

De vegades, quasi tots els anys quan es presenten els pressupostos i   les propostes de noves inversions per a la nostra població m’indigne, una miqueta prou al vore, en moltes ocasions, es a dir, quasi sempre, la manca de visió de futur dels nostres regidors i la manca de capacitat d’ambició i de millorar les coses que tenim i les que ens fan falta. A grans trets i sense entrar en moltes concrecions i donada la situació del Centre Municipal de Cultura la Mercé crec que ja deuria tindre un poc de manteniment i si no s’ho creuen els posaré diversos exemples que poden comprovar in situ, es a dir en el mateix centre cultura que, a més, es ú dels edificis protegits que contem a Burriana, encara que de vegades hi hauria que protegir-lo de la Corporació Municipal. Tan sols he vist les notes de premsa publicades i en elles es fa referència a les principals inversions i entre elles, personalment vull remarcar les de cultura, hi ha inversions per a l’entorn de Sant Blai, res a objecta

Quizá por eso me emocioné

A veces, hasta la televisión tiene cosas buenas. De vez en cuando, una serie, una película o un reportaje te conmueve, te hace revivir sensaciones, recordar experiencias, momentos de tu vida más o menos trascendentes, más o menos intranscendentes o más o menos escasos o llenos de interés pero, que de una forma u otra forma son parte de esa mochila que la vida ha ido cargando y que, a cierta edad, la tienes relativamente llena. Anoche me ocurrió una de esas cosas. Me encontré sensible. Por mi mente pasaron un sinfín de cosas hechas y otras que, aún, están por hacer. Podríamos decir que tuve un “revival” personal ante una situación vivida en esa pequeña pantalla, de más o menos pulgadas, que en el día a día nos trae la desolación de un mundo caótico en medio de débiles luces de esperanza. Recordé y me acordé de muchas cosas y casos.   De algunas personas que han formado o forman parte de mi vida. De momentos buenos y malos míos o de los míos, y un sinfín de cosas buenas y menos

Reuniones si, pero más eficaces

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Últimamente estoy asistiendo, por diferentes motivos, a una serie de reuniones en las que se habla mucho y se resuelve poco; largas reuniones durante las que se diserta en abundancia con escaso provecho y efectividad y me ha venido a la cabeza colgar en mi blog una serie de consejos de unos de esos cursos a los que asistí de Dale Carnegie hace unos años y que editó un manual para hacer más efectivas las reuniones, por parte de quienes las dirigían y del público en general, en el momento de preguntar. Sin ninguna pretensión y con el objetivo de mejorar las reuniones ahí van esos consejos.

No me sean Rufianes, por favor.

Hace un   tiempo, quienes peinamos canas y algunos que ni eso, pedíamos a gritos la renovación del panorama político y, algunos, modificaban la palabra renovación por la de rejuvenecimiento como si en ello fuera a cambiar el saber estar y hacer de quienes nos gobiernan. Pasaron unas elecciones y otras y tras el 15M entraron en la Carrera de San Jerónimo esos nuevos vientos que demandábamos. Gente joven a la que considerábamos preparados. Gente no tan joven a la que creíamos que tenían ganas de hacer cosas nuevas por unos y por otros. Pensábamos que el futuro mejoraría tras echar a los corruptos de sus puestos de responsabilidad y así, un largo sinfín de cosas que pasarían para mejorar nuestro sistema y, por ende, la propia humanidad tras hacerse notar en los pueblos y ciudades más o menos pequeños o más o menos grandes. Soy de quienes piensan que “Nunca” cualquier tiempo pasado fue mejor y de quienes mantengo la esperanza en el futuro. Pero, antes de que llegue el futuro, rev

En fin, eso, que me duele, pero en eso se queda

A veces me duele describir alguna panorámica de lo que ocurre a mi, nuestro, alrededor que no es otra cosa que lo que acontece en las calles de mi ciudad por la que discurren mis pasos y los de mis convecinos y, algunos, amigos y ver lo que hay, lo que no hay, lo que podría haber y lo que por negligencia, incapacidad o ineptitud hay cerrado y, a pesar de lo que digan, con escasas posibilidades de que se abra o se reabran sus puertas. Nada me gustaría más que equivocarme y que, en nada, el edificio que alberga lo que debería ser el “Museu de la Taronja” estuviera ocupado por vecinos de la población que se acercan a conocer un poco de su historia; me encantaría que los colegiales se dieran cuenta de la importancia que un día tuvo, “la fruita daurada”, para su población; me agradaría que grupos de excursionistas pudieran comprobar como, la nuestra, es una ciudad que se siente orgullosa de su historia y de su patrimonio. En definitiva, me gustaría que el “Museu de la Taronja” est

Los ciudadanos queremos, simplemente, la verdad. Sin mentiras.

Leo algunas noticias de quienes debería ofrecernos información cierta y verídica que no se atienen a la realidad y que, algunos, a través de mentiras a medias, verdades sin certificar o noticias mal intencionadas quieren conseguir un rédito que no les correspondería si anteponen la verdad a la noticia que difunden, intencionadamente, con mala fe. Y digo esto porque en la nuestra, esta ciudad que nos acoge a todos por igual, hay demasiadas noticias lanzadas al aire sin la debida comprobación y que únicamente tienen como objetivo “lanzar mierda”, nunca mejor dicho en el momento actual, sobre el tejado de un equipo de gobierno que nada tiene que ver. Es como lanzar una plaga bíblica de mosquitos sobre quien, apenas tiene capacidad para combatirla; es como querer ensuciar la imagen de una alcaldesa a la que siempre pillan trabajando y apenas tiene tiempo de contestar las sandeces de una oposición desacreditada por sus muchos e improductivos años al frente de esta misma ciudad que

Hace falta un cronista para que exista un relato de ciudad

A veces, leo escritos de esos doctores “honoris causa” que existen en algunas poblaciones y que hablan sobre los orígenes de ciertas sociedades, lenguas, tradiciones y otros menesteres que ocupan y preocupan a muchos ciudadanos, sin irles la vida en ello y sin tener mucho que decir sobre esos mismos temas de los que hablan o escriben al no ser su especialidad. Y digo esto, porque en algunos casos, falta el relato, el discurso, en definitiva, la verdad auténtica que sea o esté escrita por persona “docta” que sirva para fijar en la historia de una población o ciudad el día a día de la crónica del lugar, algo así como el discurso oficial que fije en las crónicas el discurrir diario de la vida, monótona, o no, de un vecindario agolpado alrededor de un núcleo que se llama ciudad y esa podría ser la nuestra, Burriana. Pero no, Burriana no tiene ese cronista que hable y escriba de lo que sucede en ella. No lo tiene porque nadie se ha preocupado nunca de que existiera, muy a pesar de

Escrito hace un año

https://joanllidomeseguer.blogspot.com/2017/10/participacion-irreal.html

Creo que habría que hacer alguna revisión del transporte público.

Tras mi último viaje en tren al “cap i Casal”, o mejor, durante mi viaje de ida y vuelta al mismo “cap i Casal” anterior, tuve el tiempo suficiente para pensar en muchas cosas y durante ese viaje me tocó pensar en el transporte público y más concretamente sobre las conexiones existentes entre la capital de la Plana Baixa, la capital de la provincia y la capital autonómica, esa distancia que hay que recorrer para, desde Burriana, llegar a Castelló o València. Digo pues, que allá que me voy a València y, desde la estación de Burriana, me costó llegar a Valencia, algo así como una hora y doce minutos. Cogí un cercanías que paraba en todas las estaciones y apeaderos. Iba con tiempo, la verdad, pero me pareció excesivo cuando con vehículo particular en apenas 35/40 minutos estas en el sitio. Tuve tiempo para ir pensando en las combinaciones desde Burriana y llegué a la conclusión que era mejor ir a la estación de Nules y coger un Civis que en apenas cuarenta y cinco minutos llegas

No todo vale

Es indudable que la pérdida del poder, por parte de quien lo ha sustentado, debe “fastidiar” por no utilizar otro adjetivo, pero de ahí a hacer lo que está haciendo el Partido Popular de Burriana con el tema de los mosquitos es algo que ya roza la indecencia, no sólo por lo que dicen, sino por la imagen exterior que están dando de esta población. Da la impresión que en Burriana se nos están comiendo los mosquitos y, la verdad es que los hay, y que, además, pican pero que como único tema día sí, día también salten a los medios de comunicación con esta cuestión, es ya un poco cansino y además ya son tres concejales de este mismo partido quienes saltan a la palestra. Tengo que reconocer que el concejal de sanidad, responsable del área es, un poco, más bien ineficaz, pero la mediación de la propia alcaldesa y de los servicios de vía pública suplen esta incapacidad y que, además, la verdad, tampoco hay para tanto. ¿No será que hay que hacer méritos para ir en las listas? La ve