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Mostrando entradas de noviembre, 2022

El agua como excusa

  Por no decir que ha sido el abandono, la desidia y la mala gestión, diremos que ha sido la lluvia, la intensa lluvia que ha caído estos días pasados, la culpable de que el árbol, tipo abeto, que hay delante del Ayuntamiento se haya quedado sin esas hojitas pequeñitas que desde hace años han ido soltando su negra melaza sobre la acera y los vehículos que aparcaban a su sombra, entre otras cosas como muestra de que, poco a poco, se iba muriendo. De igual manera, diremos que ha sido el agua la que ha ido ahogando y matando sin ningún tipo de control los setos del jardín de la Plaça Major de Burriana sometidos a un riego excesivo, durante años, todos los días, llueva o haga sol y que ha podrido hasta las raíces, pero siempre podemos atribuirlo, además, a los caninos que suelen hacer sus necesidades líquidas en ellos o al agua que tiran sus dueños para limpiar el olor de las mismas. Siempre tenemos que buscar una excusa para algo. Para el mal estado de los jardines. Para la falta de p

Vengo del cementerio y es por la noche

Anochecía en Burriana. Martes uno de noviembre. Habían sonado las seis y treinta de la tarde cuando nos adentramos en el interior del camposanto. Dos minutos antes, dos señoras en toda su libertad de expresión abrían una cartulina en la que se leía “Esto es un camposanto. Exigimos respeto”, por cierto la misma libertad de expresión de quienes nos adentrábamos en el cementerio donde reposan gran cantidad de antepasados de los allí presentes. Comenzaba la actuación de un actor que a la puerta de la capilla, a la luz de las velas eléctricas, hacía un repaso por el mundo de Don Juan Tenorio, ese texto teatral en el que Don Juan pretendía a Doña Inés, sin embargo el tema principal era la muerte entre los protagonistas de la primera interpretación real de tan archiconocida obra. El silencio y el respeto nada tenía que envidiar al respeto de quienes habían visitado el camposanto a lo largo del día, incluido el de las dos señoras que habían extendido la cartulina ante la indiferente mirada