De continentes y contenidos

Hablando de contenidos y continente, el otro día, con unos amigos comentábamos este tema relacionados con el arte y la ciencia y coincidíamos en que hay museos que tienen un gran continente y poco contenido y en ello hacíamos referencia a los muesos del Guggenheim y de la ciudad de las Artes y las ciencias, entre otros.

Y salvo pequeños matices coincidíamos, algo así como con lo de las ideologías, que tienen un buen continente pero el contenido, refiriéndonos a quienes las ejecutan, las representan o las llevan a cabo, dicen, son muy poco consistentes.

Y yo, ante la reflexión de algunos de ellos, no tuve más que asentir de lo que decían, porque es verdad, las ideologías son buenas pero las hacemos malas nosotros, los seres humanos dado que con nuestra fanatización no hacemos más que radicalizar posiciones o posturas y nuestro deseo de dejar mal al otro, a lo único que nos conduce es a la perdida de tiempo, de energías, de sinergias y también de euros que son quienes nos gobiernan.

Estamos asistiendo a cambios y en lugar de mirar hacia delante, miramos hacia atrás, en vez de buscar el progreso, nos anclamos en guerras inútiles que servirán, sólo para perder un poco o un mucho de tiempo en buscar las reales soluciones a los problemas que nos preocupan a los ciudadanos de la calle y digo a los ciudadanos de la calle porque somos quienes lo pagamos todo, la crisis, los sueldos descomunales de quienes nos han metido en ella y también de quienes, dicen, intentan sacarnos de ella; pero eso si, quienes pasan por ventanilla somos una clase media en vías de extinción.

En fin, que he empezado hablando de arte y termino comentando otros temas nada relacionados con esa creatividad del artista que también tiene el empresario, el autónomo y de esa imaginación tan necesaria y útil para un progreso que algunos, parece ser, que tienen muy claro a donde nos llevará y que yo y probablemente el lector de estas palabras tampoco debe saber y si lo sabe, por favor me lo diga.