La incertidumbre nos invade y la última determinación está en las manos de quienes tenemos que ir a votar

Estamos en la recta final de recibir las ofertas, las propuestas y las iniciativas que elegiremos, con nombre de persona, el próximo domingo en el momento de depositar nuestro voto en la urna en la que elijamos a nuestros representantes municipales y autonómicos.

Digo pues que estamos finalizando la campaña electoral esa que volverá a comenzar tras el escrutinio de las papeletas emitidas y que entonces tendrá un carácter más general de cara a la campaña de las elecciones generales y es que siempre estamos en campaña, aunque no lo parezca.

Sin embargo, estoy a la espera de ver las reacciones de aquellos equipos de gobierno o de oposición que no consigan, como mínimo, mantener los resultados de comicios anteriores con los mismos candidatos dado que en nuestra comarca hay diversos.

Y es que me temo que vamos a ver alguna desbandada de nombres en ciertos lugares que van a motivar algunos revuelos en ciertas formaciones políticas, dado que los resultados obtenidos en las urnas por sus candidaturas no van a ser los esperados y, repito, da lo mismo que actualmente estén en el gobierno o en la oposición.

No sé por qué, en algunos lugares, no se ha elegido con acierto a los candidatos y, en otros, no han impuesto con acierto los nombres adecuados para conseguir los resultados deseados debido a que la fuerza de los “aparatos” de cada uno de los partidos, a nivel provincial, no conoce bien la realidad de los diferentes municipios que la configuran.

La noche del próximo domingo será una larga noche, no sé si de cuchillos largos, pero si de largos sentimientos contenidos que se decidirán al sprint y en algunas ocasiones será la “foto finish” quien decida al equipo gobernante.

Quedan pocos días, apenas cinco para saber quienes nos gobernarán. La incertidumbre nos invade y la última determinación está en las manos de quienes tenemos que ir, sin falta, a votar a quienes menos nos disgusten, o al menos ese es mi caso.