Un futuro de tolerancia y respeto.
Lo que se oye
últimamente en el Ayuntamiento de Burriana, y más concretamente durante las
sesiones plenarias de los concejales de nuestro Magnífic, es para desear
quedarse sordo.
Desde que ese partido
radical de derechas ocupa dos escaños del hemiciclo burrianense se escucha una
sintonía en la que, pese a las carreras universitarias de sus representantes,
me transporta a un lenguaje lleno de odio en el que la ignorancia y la opresión
pueden más que el deseo de convivencia entre las personas y sus libertades.
Si de algo estamos
necesitados los ciudadanos es de mayor respeto, más que de igualdades.
Deberíamos buscar primero el entendimiento que la discordia y la honestidad
antes que la desavenencia pero los representantes de extrema derecha, elegidos con
el voto democrático de los burrianense,parecen no desear.
Conozco a ambos
representantes, vivimos en la misma zona, pululamos por la mismas calles y no
me parecen malas personas, sin embargo sus ideas, no sé si sus ideales, me
abominan; sus escritos chirrian en mis oídos y su lectura, aún no efectuada,
creo que aumentarían mi astigmatismo.
En el último pleno se
escuchó la palabra “ajusticiar” que según la RAE quiere decir “Dar muerte al reo condenado a ella” y sólo con escucharla mi cuerpo se estremeció y eso que no estaba presente en la sala y,
es que, escribir o leer lo que el dictado de los vividores que dirigen ese
partido es muy peligroso, ellos, sus jefes, viven confortados y reconfortados
por sus cargos, sus sueldos y todas aquellas prebendas que les otorgan sus "status" y Uds. no dejan de ser unos simples ciudadanos que viven de sus
trabajos, bien o mal remunerados, y que cada jornada se cruzan con centenares
de ciudadanos a los que las palabras que dicen les pueden herir y aquellos, sus
jefes, lo hacen en sus torres de marfil rodeados de lacayos y lameculos que rien las gracias de quienes les colocan.
Una pena esa visión
sesgada de la vida, de los derechos de los ciudadanos, de la igualdad entre las
personas, de la violencia, con o sin género y en definitiva de la libertad de
todos aquellos ciudadanos que circulamos por las calles y que vivimos en las mismas
que Uds. que parecen tener una visión ciega de los tiempos modernos en los que
nos ha tocado vivir y en el algunos momentos, demasiados, tienen echada el ancla
en un pasado sin permitirles la evolución que debería llevarles hacia un futuro de
tolerancia y respeto.
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