Una decisión seria y madurada en bien de Burriana

A tres meses escasos de de las elecciones municipales al Ayuntamiento de Burriana, ya han sido tres los concejales que han dejado sus funciones, dos sin llegar a tomar posesión, Ramón Monferrer y María José Safont, del PSPV-PSOE y María José Reig de Cibur.

Los motivos de sus dimisiones han sido bien diferentes, si los primeros lo hicieron por los resultados electorales y los problemas en el seno de la ejecutiva local, la segunda lo ha hecho al comprobar que la dedicación que requiere el cargo de concejal, aunque sea en la oposición, es superior al tiempo del que dispone para ello y ante dedicar tiempo a la vida familiar, tiene dos hijas pequeñas, y la laboral, ha optado por dejar su acta en manos de otro compañero de partido para que tenga mayor dedicación y dentro de unos años, si puede y quiere, poder volver a estos menesteres que tanto le apetecen y de los que María José Reig tiene antecedentes, dado que su padre, Melchor Reig, ya fue concejal.

Tanto ahora, que dimite la concejal de Cibur, como anteriormente cuando lo hicieron los del PSOE, se crítica la decisión tomada y se llega, casi hasta el insulto, en algunos medios digitales cuyos intereses se palpan en el ambiente y tienen como objetivo aquello del “difama que algo queda”, sin embargo yo lo considero como un acto meditado, serio, firme y no exento de tentaciones de continuar, a pesar de todo.

Hace unos días escribía a tenor de otros temas un artículo titulado “anónimos y cobardes” y a él me remito íntegramente para este tema en el que nuevamente, desde el anonimato, se pone en entredicho la decisión personal de una concejal, se referencia a la cabeza de lista y se habla mal de la persona que ocupará la vacante de María José Reig, sin saber en algunos casos, ni su nombre.

Trabajar por el pueblo o ciudad en el que vive uno es algo muy gratificante, bien desde el Ayuntamiento o desde otras esferas y las determinaciones personales son eso, personales e intransferibles y la decisión tomada por una y por otros, a buen seguro que no fue fácil, pero sí meditada y consecuente y, servidor, así lo considera.

Si atendiéramos a la eficacia, la productividad y el trabajo llevado a cabo por algunos de los concejales de nuestro consistorio, algunas butacas, que sostienen las reales posaderas de nuestros regidores, deberían estar desocupadas y con ello nos ahorraríamos algún que otro dinerillo que podría ser ocupado en pagar parte de esa deuda millonaria en la que nos han metido al gastar sin freno y, además, sin ningún responsable que se atreviera a ponerlo.

Para finalizar voy a lanzar una pregunta para que el lector que sigue mis escritos piense un poquito. ¿A cuantos concejales del Magnífic Ajuntament de Burriana dejaría en su cargo por la efectividad de su gestión? Piénselo en voz baja y reflexione, pero no se preocupe, no es vinculante, para las elecciones municipales todavía faltan cuatro años menos tres meses.