Anónimos y cobardes

Uno, que siempre le ha gustado poner nombre y apellidos a lo que piensa o escribe y a quien pocas veces le han gustado los seudónimos y las chorradas tras una opinión considera que se está llegando a un punto excesivo en los comentarios que se publican en algunos periódicos o en los digitales en donde se es más permisivo con los comentarios, se es tan permisivo que sobrepasa los límites de la libertad llegando a confundirlo con el libertinaje.
Aquel que escribe algo en un periódico digital, de papel, en un programa de radio, etc. se le presupone un nombre y unos apellidos tras los cuales hay una opinión, tan respetable como la mía o la tuya y toda opinión es respetable siempre que se diga con educación y respeto, no se puede ni insultar, ni publicar aquellos insultos que se esconden tras el anonimato y tan responsable es quien lanza el improperio, como el que lo publica.
Estamos asistiendo, desde hace unos años, a la proliferación de foros de noticias en las que “todo se puede decir” y yo repito, todo se puede decir, pero con nombre propio y no escudándose tras una falsa identidad. Todos podemos opinar que no me gusta el entrenador de mi equipo de futbol, la política llevada a cabo por el gobierno autonómico o el central, estar de acuerdo o no con la gestión del equipo de gobierno de mi ciudad, pero todo ello debe ser dicho por alguien cuya identidad debe ser conocida.
Ni yo, ni nadie tiene derecho a insultar a nadie de forma individual o colectiva y mucho menos escondiéndome tras un nombre falso y una falsa identidad. Es muy posible que nos resulte simpático ver, especialmente en los periódicos digitales difamaciones de personas, actos o instituciones y que se amparen en la libertad de expresión sin, muchas veces, saber que es eso, porque la libertad de expresión, al igual que la simple libertad tiene un límite y es el momento en que empieza la libertad del otro.
Considero que el camino emprendido por algunos medios en los que, aparentemente, todo es posible no es el idóneo para formar a personas con criterio y con personalidad propia, dado que el anonimato no esconde ninguna personalidad y su falta sólo sirve para crear “criar” criterios y personas sin identificar y si de algo estamos necesitados en la actualidad es de personalidades propias.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Jenaro y no Genaro

Burriana no puede perder tantos trenes

Sr. Alcalde de Burriana – Borriana, això no es res per al mal que el Sr. Albiol farà a la cultura del seu poble.