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Mostrando entradas de abril, 2020

Reflexión desde el inconformismo

A veces, parezco o parecemos algo tontitos con aquello de las aclaraciones y es que estamos tan acostumbrados a que nos lo den todo mascado que no sabemos interpretar. No sabemos interpretar y, a veces, no sabemos ni pensar al leer lo que leemos, escuchar lo que escuchamos o ver lo que vemos. Somos un poquito torpes y, en ocasiones algo malintencionados con todo lo que nos dicen, publican o nos ordenan. Desde que estamos viviendo la situación que estamos viviendo hemos estado atendiendo, no sé si también entendiendo, las infinitas ruedas de prensa que han ofrecido los ministros, los responsables del Gabinete de Crisis o cualquier otra persona involucrada en responsabilidades sanitarias respecto de la pandemia que sufrimos. Considero que hemos recibido, incluso, excesiva información de los ejecutores y por supuesto, desde mi punto de vista, de esa cruenta oposición que bajo aquello de apoyar la salida de la crisis socio-sanitaria-político-económica que padecemos, han mostrad

Los reyes del "Nabo"

Hace unos días, no sé cuántos, porque esto del confinamiento hace que me olvide del día del mes que estoy o de la jornada de la semana en la que me encuentro, hablaba sobre el gobierno, la oposición y me atreví, incluso, a hablar de países extranjeros como el portugués. Hablaba de él, pero no del gobierno, hablaba de la oposición al gobierno, esa oposición cuyo líder se ponía, “no a cualquier precio”, a disposición de su gobierno legalmente elegido, fuera cual fuese su composición. Y, se ponía a disposición del gobierno, con el objetivo de afrontar la terrible crisis sanitario-económica-social y un largo etc. de adjetivos  y sustantivos que serán los que, al final, definirán la pandemia esta de ese bichito, nacido en un lugar del lejano oriente, de allá de donde vienen los Reyes Magos, y que vaya regalo que nos ha traído. Digo pues, que hablaba de esos señores que en el Lusitano país aspiran a conseguir el poder y que anteponían los intereses generales a los partidistas. Igu

Sólo hay un culpable

Indudablemente todos tenemos ganas de que esto pase. No creo que haya nadie que no desee que esta pandemia termine, que pasemos capítulo y emprendamos nuevos proyectos e ilusiones que nos ayuden, siempre, a encarar nuestro proyecto de vida en busca de, supongo, un mundo mejor. Todos tenemos deseos de poner un punto y aparte y de ello se hacen eco los medios de comunicación preguntando que haremos el día de después. La verdad es que, la mayoría responden con los mismos deseos, además de compartir la cerveza o el vino con los amigos. Besar, abrazar y tocar a aquellas personas que queremos y que suponen algo en nuestras vidas. ¿Hay algo más hermoso que querer? Abrazar a mis hijos, a mis nueras y yernos, a mis hermanos, a mis amigos, a mis padres y sobre todo a los abuelos, todos esos abuelos que han levantado al país varias veces y que, seguramente, tendrán mucha importancia, también, en la solución de esa próxima crisis económica y laboral en la que nos encontraremos ese día de

Necesitamos una política expansiva en Burriana

Como quiero ser optimista voy a decir que no leo con desidia las declaraciones del portavoz del partido de la oposición en Portugal, a la sazón la formación de derechas, y digo que no lo leo con desidia porque en realidad como las leo son con mucha admiración, más de lo que creen. Y ello, me lleva a decir que ya quisiera yo, en este País, Comunitat o municipio una oposición como esta que ha apartado todo a un lado, incluso la petición de una rebaja de impuestos, debido a los motivos tan críticos como los que estamos viviendo. Todo ello a pesar de que la oposición, en el Parlament, parece estar comportándose ante la que nos está cayendo. Pero es que en el Parlamento o en el Magnífic, me da la sensación que están meando fuera de tiesto, máxime cuando nuestros munícipes en todo esto, lo bueno o lo malo que se haga, no tocan pito. Sin embargo, parece que, auspiciados por algún que otro medio de comunicación están tratando de dar la imagen de que por estos lares está todo muy

Algo aprenderemos. Supongo.

Hoy, es el único jueves, de los tres que había, en los que más relucía el sol. Los otros dos Corpus Christi y el día de la Ascensión, salvo en puntos muy concretos, se han trasladado al domingo siguiente y es que, todo cambia, todo evoluciona según nos interese y lo que en un momento es intocable, en otro deja de serlo. A quienes sean poco curiosos o no lo sepan hay un refrán que dice “tres jueves hay en el año en que reluce más el sol, Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la ascensión”. Si lees esto y no entiendes, todavía, el refrán pregúntale a alguna persona un poco mayor y te lo explicará. Sin embargo, este año nos hemos quedado sin muchas cosas. Sin fallas, sin la Magdalena, sin Semana Santa y nos quedaremos sin Pascua, sin el Cristo y sin San León, sin feria de abril, sin Cruces de Mayo y sin las Hogueras de Alicante, entre otras muchas cosas. Cosas y actos que si cuando apenas habíamos pasado la resaca de las campanadas allá por el lejano primero de enero de e

Es tiempo de todo

Sigo donde estaba el domingo. Confinado. Han pasado dos días más y me quedan dos días menos hasta una fecha sin determinar, pero me da igual. Son dos días menos y eso me basta. Continúo leyendo la televisión, viendo la radio y escuchando los periódicos. Y una de las frases que más oigo, leo y veo es esa que dicen de que “no es el momento”. ¿No es el momento de qué? Es el momento de todo. De estar con el gobierno sea el que sea. Es el momento de tomar decisiones y apoyarlas sin tapujos y, al mismo tiempo, exigir que sean más firmes. Es el momento de las personas, de los seres humanos que se están dejando la vida en los hospitales y/o lugares habilitados como tal. Es el momento de, al menos, acertar y para ello hay que ejecutar con firmeza y, a través de la gestión, liderar. Liderar proyectos para el día después. Gestionar estos malos momentos para que no lo sean tanto. Trabajar para aliviar esos agobios de nuestros conciudadanos. Es el tiempo de hacer proyectos para un mañ

Estamos al alba

Estoy confinado. Las circunstancias así lo exigen. Hay que hacer caso, no es una broma. Escucho la tele, veo la radio, escribo los periódicos, siento música, narro libros y después de todo esto creo que el encierro me trastorna las neuronas y las palabras que ordeno intentando dar un sentido a lo que estamos viviendo, porque, creo, que todos estais confinados conmigo. No veo a nadie en la calle. Los coches no se han movido de su lugar desde hace semanas. Creo que se me olvidará hasta el conducir mi coche. Se me olvidarán los rostros de mis amigos y conocidos y cuando salga creo que tendré que hacer recuperación “amiguil”, recuperar a los amigos con los que me tomaba una cerveza; tendré que recuperar a los vecinos que no he visto; a aquellos que veía en el mercado que estos días llevan mascarilla y que no sé si son o no son. Sin embargo, me ha entrado complejo de “ventana indiscreta”. Como no salgo me levanto del sofá y me voy a mi despacho, leo, escribo, escucho música, termi