joan llido

Bueno pues. Ya llegó el día. La semana grande de la música en Burriana. A partir de hoy y hasta el próximo domingo Burriana estará “petà” de gente que con su ando y vino llenarán la playa, las zonas de acampada, los restaurantes y bares, las rotondas, a pesar de haber protegido algunas y las calles de esa ciudad que cada año se abre en canal para recibir a esos miles de “sounders” ávidos de música, de sol y de otras cosas que no voy a nombrar porque en el Arenal Sound casi todo lo que ocurre es bueno. Durante esta semana miles de cuerpos recorrerán los espacios de esta ciudad que les acoge y que les presta, a ellos y a la empresa que se beneficia, esa joya en bruto que da nombre al festival y que ninguno de los dirigentes que tenemos o hemos tenido ha sabido pulir, para beneficio de la población en general, a través de la construcción de unas instalaciones sostenibles que le sirvan de reclamo turístico para esa creación de puestos de trabajo de la que tan necesitada está nuestra

Ahora sí. Ahora sí que veo cerca el final del festival Arenal Sound en Burriana. Lo veo cerca, a pesar de haber defendido al mismo, aunque con algunos “peros”. Lo veo cerca porque el único interés de los organizadores, desde el primer día, ha sido el título de la película “toma el dinero y corre”. Lo veo cerca porque ningún equipo de gobierno, utilizara o no los pases vips, no ha sido capaz de crear una infraestructura lógica, realista y necesaria para que el festival se afianzara en la población. Y lo veo cerca porque “la bajada de pantalones”, desde el primer día, ha sido tal que los organizadores han hecho, como se dice vulgarmente “lo que les ha salido de ……..” La compra de los derechos por parte de la empresa del Arenal Sound del FIB durante quince años no es más que la supervivencia del propio festival benicense y de asegurarse el festival burrianense una continuidad en el tiempo y una amenaza para el consistorio de la capital de la Plana Baixa de llevárselo a otra pobl

Hoy, me ha aparecido por uno de esos escritorios que tengo en el ordenador este artículo que escribí a principios de mayo de 2015 y que me ha sugerido muchas cosas. De vez en cuando va bien refrescar la memoria para recordar lo que pensaba en un tiempo determinado y concreto. Este es el artículo referido: "Querida alcaldesa de Burriana, y digo alcaldesa porque como ya escribí hace unos meses, creo que la alcaldía de Burriana requiere, por muchas cosas y sensibilidades, un cambio de sexo. Pues eso, alcaldesa, me gustaría que en la legislatura que va a comenzar Burriana, tu pueblo y el mío, como decía el poeta salvando la distancia geográfica, viva el cambio que necesita; seas capaz de darle esa visión femenina que los hombres que nos han gobernado no han sabido darle ni infringirle. Es más, la han sumido en una ciudad triste y dormida y eso, a algunos no nos gusta. Te voy a pedir cosas sencillas que mejorarán, desde mi punto de vista, la vida de nuestros ciudadanos o, a

A veces, pienso que el calor estropea las neuronas de las personas en general y de los políticos en particular, dado que se escuchan algunas declaraciones que, en algunos momentos, pienso que las está diciendo un presunto imbécil que no se da cuenta de que lo que está diciendo no son mas que sandeces y que en lugar de dar ejemplo está echando gasolina al fuego. Y es sobre esto, lo de echar gasolina al fuego, sobre lo que quiero referirme en este escrito en el que si analizamos las declaraciones del Sr. Albert Rivera, a la sazón presidente del partido Político Ciudadanos – Partido de la Ciudadanía, parece ser que está sufriendo una crisis de racionalidad que le puede sentar en el sofá de un psiquiatra. Ahora, tras haber pactado hace algo más de un año con el Presidente Sánchez, acuerdo que sirvió de poco y que no llegó a ningún lugar por mor de ciertas circunstancias y de cordones sanitarios y líneas rojas, digo pues que ahora no quiere acudir a la invitación que se le hace de