Mañana leeré la prensa
Son las 22’10 horas
de este “superlunes” de debate electoral y después de ver el primer minuto de
cada uno de los participantes en el mismo, he decidido, primero cambiar de
canal y como no me gustaba la programación me he puesto a escribir estas
palabras para intentar evaluar mi voto ante la mediocridad política de la
mayoría de los participantes en este preámbulo del segundo debate,
supuestamente electoral y programático, de quienes aspiran a representarnos y
sentar sus posaderas en la Moncloa.
Visto este minuto, ya
he visto en forma de resumen todo el resto de un ”presunto” debate que se
alargará casi dos horas y que probablemente sea un “bucle” de ese momento que
acabo de vivir.
Hemos pasado del
debate bipartidista al debate de bloques. ¿No es eso bipartidismo? Hemos pasado
de debate cara a cara al debate de caras con un único objetivo derribar a quien
ostenta el poder con una moción de censura legal, constitucional y democrática
y, para ello, el bloque de la derecha utilizará toda la demagogia posible para
desarmar a un bloque de la izquierda en el que uno se defenderá y argumentará
su trabajo y el otro se esconderá detrás de escudos transparentes e idílicos
incapaces de solucionar nada como no sea su propia situación.
Está claro que el
Partido Popular y Ciudadanos lanzarán sus dardos envenenados contra quien, al
menos, ha intentado solucionar algunos problemas con el diálogo y no con la
sordera. Arrojarán jarras de agua fría contra aquel que, al menos, ha intentado
trabajar para una mayoría e intentar reforzar una clase media potente más
amplia a través de una serie de medidas que no aprieten tanto la soga a quienes
ha pagado con sus carnes una crisis tremenda de la que estamos, poco a poco,
saliendo con el trabajo de los mismos que la pagaron y no de quienes la
crearon.
Son, apenas, las 10’30
horas de la noche de este lunes previo a un “supermartes” de nuevo debate del
que intentaré ver el primer minuto para intentar convencerme de que mi voto, el
próximo domingo, irá para aquel que, al menos intenta hacer su trabajo, no sé
si con más o menos pasión pero que con toda seguridad se esfuerza por y para
ganarse el sueldo y no estar a expensas de quienes siempre han hecho y dejado
hacer a los más poderosos lo que les ha venido en gana.
Para mí, después de
este primer minuto el personaje destacado se apellida Sánchez, del resto de los
96 minutos de programa leeré los titulares en la prensa de mañana.
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