No todo son malas noticias


Los atentados de París y, en definitiva la situación internacional, ha hecho que me despistara, un poco, para escribir un artículo esta semana y es que el mundo está muy revuelto y, a veces, pienso que no sé si vale la pena hablar de nada, total no solucionamos nada o mejor dicho la impotencia ante la resolución de los conflictos, las situaciones  o la ineficacia de quienes nos gobiernan me hacen dudar, incluso, de mis buenas intenciones.
Menos mal que esta semana, distraído de la actualidad municipal como he estado, mi amigo el Doctor Carajillo, reconvertido en Jaimme Verdeguer para ese patio de vecinas que es Facebook, me ha reportado y refrescado esta memoria con una serie de pensamientos y razonamientos que me han alegrado muchas mañanas y algunas tardes.
En fin, que el patio no está para tirar cohetes, aunque los cohetes, petardos y pepinos se los están endosando a quien, en nombre de un Dios, que ellos denominan de otra manera, andan sembrando el horror en tierra extraña para difundir unas teorías que pregonan el amor, la paz y fraternidad allá por donde debieran ir, aunque hace unos días que esa fraternidad y legalidad se la han continuado cargando en estos lugares en que la libertad se disfruta y no se padece como hacen sus huestes en las que el odio impera entre unas venas llenas de rencor.
Pero, en fin, que todo no son malas noticias. Esta semana mi amiga Loles abre en el Raval de Burriana una tienda de tocados y complementos, mucha suerte; Rafa Verchili regenta un gimnasio en Almassora; Ya se ha pasado la vorágine de las presentaciones falleras y los comerciantes de Burriana se unen para relanzar sus productos de forma unitaria; por fin, algo que venía siendo necesario desde hacía mucho tiempo y que los personalismos y la falta de visión de los respectivos responsables municipales no habías sabido ver, y los comerciantes tampoco, por cierto para la próxima rueda de prensa la mesa que no parezca un altar del día del Corpus, aunque muy bien la iniciativa de realizarla fuera del Ayuntamiento; eso, que todo no va a ser negativo.
Y es que está claro que si hay imaginación, ganas e interés las cosas pueden salir hacia adelante aunque muchas veces el problema es el capital, un capital que, en parte puede suplirse con ideas nuevas y renovadoras.
Y eso, que después de este mes sabático de hablar de temas municipales del consistorio burrianense, la próxima semana, que ya estamos en diciembre, habrá que hacer un repasito de lo acontecido y mirar hacia ese futuro inmediato que es la Navidad y que ya nos lo ha recordado el Corte Inglés, aunque este año se le ha adelantado el Corte Chino. Ojo al parche.

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