Pensaba que llegaba la normalidad
Ya
han quemado las fallas, la
Magdalena es ya historia y cuando iba a decir que volvía la
normalidad, me acuerdo que la próxima semana es “Santa” y que con ella empieza,
nuevamente, un periodo festivo-lúdico-religioso-vacacional en el que comenzamos
con las procesiones, continuamos con procesiones y finalizamos con el “Encuentro”
que da paso a la “Pascua”, esa fiesta que ya no es lo que era y que tampoco será
lo que ahora es.
Pero,
en realidad, nada es como era; ni siquiera tu y yo, ni el vecino/a, ni aquella
chica o chico que te atraía, ni siquiera los cines, que tanto frecuentábamos
antes y que ahora hemos sustituido por la pantalla del televisor, esa que
tenemos en casa y que reproduce cosas horribles que encandilan a millones de
personas.
A
las puertas de la Semana Santa
y de lo que más nos gustaba que era la Pascua oiremos comentar aquello de que antes ….. y
ahora ……, pues sí antes era lo de antes y ahora es lo de ahora, ni mejor ni
peor, pero cada uno recuerda lo vivido y más si te encuentras en la
adolescencia.
Como
decía mi amigo el Dr. Carajillo en uno de sus programas la Pascua, su Pascua era
aquella en la que pasaban el día en el chalet o maset, se comían la mona y
luego llegaba la hora del baile, eso si, siempre con la carabina de la madre de
una de las chicas de la pandilla; el picú a toda paleta y las canciones que
apuntaban para canción del verano sonando en ese altavoz conectado por un cable
al tocadiscos mientras escuchabas, además del al grupo o cantante, el “rac, rac
,,,” de la aguja que discurría por los surcos del vinilo.
Nada
es como era, ni quienes dicen esto tienen la edad para vivir la Pascua de la manera en que
ellos mismos la vivieron, ni el ímpetu, ni el hervir de la sangre y pienso que
tampoco las ganas de vivirla, ello, a pesar de los buenos recuerdos que afloran
a la mente en estos días previos a esa jornada de resurrección.
En
fin, seguro que recuerdos hay muchos y que por muchos que tengamos y que
deseemos aquello, aquello nunca volverá y lo que hay que vivir es el presente
recordando y disfrutando del pasado pero buscando un futuro mejor, del cual no
sabemos si será igual mejor o peor, pero a buen seguro que cualquier tiempo
pasado nunca fue mejor.
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