Espero que no llueva mucho

Hace un rato, mirando las noticias de TV, comprobaba los daños producidos por las fuertes lluvias en algunas partes de España y me venían a la memoria las que padecimos hace dos años en nuestra ciudad y me preguntaba ¿pueden volver a repetirse?

Me gustaría que no, pero visto lo visto, los cauces de los rios, Millars y Anna, el estado de las acequias, las entradas de las diferentes acequias al colector construido recientemente y la capacidad de este, que debería ser mucho mayor, me temo que de llover torrencialmente “Dios nos pille confesados”.

Como siempre falta la previsión, somos partidarios, por mucho que digamos lo contrario, de una medicina curativa más que de una medicina preventiva y así, luego, nos pasa lo que nos pasa, lamentaciones y más lamentaciones a uno y otro bando, por eso, a veces, es bueno que en todas las administraciones manden los mismos, aunque ello conduce, como lo demuestran los hechos, a la dictadura, es decir dictar lo que hay que hacer, de quien nos gobierna.

Ahora tenemos, el cauce de los ríos en manos de la CHJ, es decir del gobierno central; las acequias en manos del Sindicato de riegos, juzguen Uds. y la Generalitat que construye colectores hacia un cauce que, en caso de riada, es insuficiente para albergar el agua de lluvia.

Mientras tanto y por no reclamar no se reclama a nadie y si se hace, se hace con la boca pequeña, algo así como aquello de hablar despacito para no molestar a nadie, por si acaso me mueven de la silla, y así nos va.

Espero, después de los visto en Cataluña, Finestrat y en otros lugares que no ocurra nada para así evitarnos las lamentaciones posteriores a los desacordes administrativos de quien nada tiene que reclamar porque esto se asemeja al País de las Maravillas de Alicia.