Un mundo mejor - Título de un libro

 De verdad Rosa, es que me estoy apesebrando y volviendo un poco holgazán para escribir y eso que me he inscrito en un curso para aprender a escribir mejor y contar mejor las cosas pero, en serio, leer la prensa, escuchar la radio o ver la televisión, cada vez se convierte en un mayor suplicio y si aterrizas a las noticias más cercanas, la verdad, más de lo mismo.

Anoche, apagué la tele y me puse a leer un libro de Alberto Vázquez Figueroa, titulado “Un mundo mejor”, lo empecé hace unas semanas y lo voy leyendo poco a poco. No me ha enganchado como otros que tienen más acción, pero sí que me gusta por el objetivo que no es otro que el del propio título.

Sin embargo, hasta la página que estoy, veo siempre las buenas intenciones de un grupo por conseguir el objetivo. A medida que voy dejando páginas atrás, estoy entrando en el momento en que los intereses privados de unos y otros empiezan a poner palos en las ruedas de quienes trabajan para conseguir ese mundo mejor en el que pueden desaparecer grandes problemas y conflictos como el hambre, la escasez de agua y otras cuestiones que afectan al común de los mortales, excepto a esos mortales a los que el dinero no les da la eternidad pero si el poder.

Cuando llegan los primeros obstáculos, promovidos por no sé qué intereses internacionales ocultos tras bufetes de abogados, te das cuenta que ese libro, escrito a principios de este , tiene una vigencia total y absoluta y que ya pone en entredicho los problemas de la globalización de todo, incluso los conflictos bélicos y ahí es donde aterrizo, analizo el área internacional y no tengo más remedio que darle la razón al escritor y científico que ha escrito estas más de trescientas páginas buscando mejorar su hábitat y el de los demás frente a todos sus intereses.

A pesar de lo que leo y mirando a diferentes escalas, nada es nuevo bajo el sol. Ya en otros tiempos anteriores se guiaban por los mismos parámetros que los actuales con diferentes medios y otra tecnología más simple y más rudimentaria y que tenía los mismos objetivos que los actuales, el poder. Y gracias al poder pasan a la historia quienes más daño han hecho a los ciudadanos y que, en muchas ocasiones han tenido a Europa como punto de desarrollo de su mortífera actividad.

No hace falta recordar nombres pero en la mente está el tío alemán del bigotillo o el ruso de la perilla y actualmente tenemos a ese hijo de la gran Rusia a quien, hasta hace cuatro días, muchos le reían las gracias y se hacían fotos con él, fotos que están rompiendo muy deprisa para desvincularse del peloteo que le hacían apenas hace un año.

Bueno, eso. Que hoy he traspaso fronteras y he pisado el charco internacional, pero como soy muy lugareño me hago la siguiente pregunta ¿puede esto ocurrir a otras escalas?

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