Felices fiestas y a pasarlo bien.
Andaba servidor por la zona de Els Ports i Maestrat, a la sazón dos comarcas de esta provincia nuestra, en compañía de, entre otros, diez burrianenses de esos que se empeñan en conocer nuestra provincia, su patrimonio y su historia y, lógicamente, no dejaban de preguntarse cosas sobre estos pueblos y la comparativa con el suyo que no es otro que el nuestro.
Se preguntaban el por
qué en Burriana no se hacían este tipo de visitas guiadas para las excursiones
y los propios vecinos con cierta regularidad. Se preguntaban por qué no se
potenciaba más nuestro patrimonio y las muchas cosas que tenemos y que pueden
servir de estímulo para ese turismo que pueda venir a nuestra ciudad.
Se preguntaban y me
preguntaban, como guía turístico que les conducía, por qué todo el patrimonio
que veían de esos pueblos, no podían ver el Patrimonio de Burriana quienes por
uno u otro motivo nos visitan. Se preguntaban el por qué de todas las mentiras
y sandeces que se han vertido sobre el Museu de la Taronja. Se interrogaban a
sí mismos y a un servidor sobre el Museo, no comenzado, del Cardenal Tarancón y
se preguntaban, también, por qué el precio de una visita guiada al Museo Arqueológico
Comarcal de la Plana Baixa de Burriana cuesta 4´50 euros mientras una visita
guiada a todo Sant Mateu vale 1’50, una visita guiada a toda Culla cuesta 2
euros o una visita guiada a todo Benassal cuesta tan sólo un eurito de nada.
Me preguntaban muchas
cosas sobre la política turística de Burriana y su promoción más allá del
Arenal Sound y de los límites de los visitantes que llegan a esta ciudad,
anclada a orillas de un mar que no sabe utilizar y de unos recursos que no sabe
poner en valor. Digo pues que los límites promocionales no son los pueblos de
alrededor y las personas de descendencia de la misma ciudad que vió nacer a sus
antepasados. Los límites promocionales van más allá de nuestro derredor y por
lo tanto la política turística debería ser más ambiciosa, dada la
característica singular de los terrenos que tiene nuestro Magnífic en propiedad
sin saber que hacer más que chapuzas y parches desde que se compró.
En fin. Eso, que el
verano se acaba, llegan las fiestas de la Misericòrdia y con los toros y las
verbenas vamos a tener una semana entretenida y que para pasarlo bien no hace
falta que nos planteemos estas cuestiones tan triviales y que ya volveremos a
pensar en ello tras la Batalla de flores del último día de fiestas.
Pues nada, felices
fiestas y a disfrutar.
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