Necesitamos referentes. Los tenemos. Difundamoslos
Infinidad de veces me he puesto delante del ordenador para escribir y reflexionar de la situación de Burriana, de lo que le ha pasado, de lo que le pasa y de que lo que le pasará en el futuro será lo mismo que le pasa ahora y que ya le ha pasado antes. Y la misma infinidad de veces he desistido de hacerlo por lo polémico que puede resultar y es que he llegado a la conclusión de que hay muchos que dicen que “soc Burrianero”, a boca llena, pero que poco lo demuestran o lo han demostrado.
De la educación recibida
se me ha quedado, entre algunas otras cosas, aquello de que “la fe sin obras es
una fe muerta” y los hay que tienen mucha fe, mucha palabrería, mucha verborrea
y muy buena labia pero lo que es hacer por su pueblo, han hecho bien poco y
quienes lo han hecho siempre han tenido algún incapaz que ha intentado taparlo.
V.g. el Cardenal Tarancón a quien a pesar de donar parte de su legado ha habido
quien no ha sabido apoyar su gran figura, su talante y sus pensamientos.
Al decir que se ha
hecho algo por Burriana no me refiero a que los comerciantes de naranja, en su
época dorada, dieran trabajo a la gente de la ciudad, no es eso, pero que queda
de aquellas infraestructuras, de la riqueza personal de algunos, de las casas
modernitas que se construyeron, todo dentro de lo normal, de lo habitual y de
lo lícito, pero que se ha forjado con todo aquel esfuerzo. Nada.
Que se ha hecho del
esfuerzo en la creación del Museu de la Taronja. Nada. El esfuerzo de unos y la
inutilidad de otros nos ha llevado a que sus puertas estén cerradas y sin fecha
prevista para su “posible” reapertura. ¿Se ha tenido en cuenta el esfuerzo de
Vicent Abad en el mundo de la citricultura?
¿Todos nuestros
gobernantes, responsables de entidades financieras locales, presidentes de
entidades de cualquier tipo, agrícolas, deportivas, culturales, etc. han hecho
lo posible para difundir el nombre de nuestra ciudad por encima de sus
intereses particulares? Es una pregunta que cada cual responderá a su manera
pero que a nivel de calle se considera más que ha sido por su ego personal que
por el colectivo.
Nuestra ciudad
necesita referentes. ¿Saben muchos de nuestros ciudadanos quienes han sido
Vicente Cañada Blanch, Juanito Planelles, Abel Mus, Federico García Moliner,
Juan González Alacreu, Amado Granell, Enrique Monsonís, Juan Varea o Manuel
Borja, entre otros muchos? Hay quienes no saben ni quien era Jaime Chicharro y
eso que tiene un monumento dedicado a su memoria en la plaza mayor de la
población.
A veces el árbol no
nos deja ver el bosque. A Burriana, que es una ciudad con muchos recursos,
muchas posibilidades, un gran pasado y un futuro prometedor le falta ese
“chovinismo” del que tanta gala hacen los franceses y le sobran algunos de sus
propios vecinos que sólo se preocupan de meterle palos en las ruedas a ese
carro, de las iniciativas, que avanza lentamente hacia la búsqueda de un mañana
mejor.
Necesitamos referentes
y los tenemos. Difundámoslos, promocionemolos y nos encontraremos con nosotros
mismos.
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