Merecidas distinciones
Varias veces he escrito sobre la falta de reconocimiento que Burriana tiene para con algunas personas que han destacado por su labor y su trabajo y en el que a través de su dedicación profesional, vocacional, deportiva, etc. requerirían que se les efectuara el reconocimiento que pusiera en valor la innegable difusión del nombre de la ciudad que les vio nacer o que les acogió.
Al decir esto, pongo en valor aquello de que “nadie es profeta en su tierra” y ello corrobora el sentir de lo que a continuación voy a escribir, sin saber aún lo que voy a escribir, pero consciente de lo que quiero transmitir.
Hace unos días en un artículo publicado en mi blog, hablaba de la “fuga de cerebros” y hoy quiero hablar de aquellos cerebros que se merecerían que se les recordara, aunque fuera simplemente para la “historia municipal” que es tan importante como la historia general que se estudia en los colegios, aunque sin que la que yo propongo llegue a tener que ser objeto de estudio de masas, pero si de aquellos que sienten a Burriana y trabajan o han trabajado por ella.
A lo largo de los últimos años hemos asistido a nombramientos de hijos predilectos o hijos adoptivos de algunas personas, que indudablemente se lo merecían, algunas de ellas a título póstumo o en los últimos momentos de sus vidas y si no recuerdo mal, no existe en Burriana ninguna persona viva que tenga el título de hijo predilecto o hijo adoptivo dado que al último que se le entregó en vida fue a Don Antonio Pastor, malogradamente fallecido, hace ahora aproximadamente un año.
La falta de un cronista oficial de la ciudad, puede ser uno de los factores, por echar la culpa a alguien, que no se tenga en cuenta esta parcela tan interesante de la vida diaria y cotidiana, aunque creo que es más culpable la dejadez de quienes nos gobiernan la que hace que no existan estos personajes para que sus declaraciones no tengan un rango que ellos no tienen y que tienen difícil de conseguir por su falta de dedicación e interés.
Nombres en Burriana, “haberlos haylos” y al llegar a este punto recuerdo que si que hay, al menos una persona viva que tiene una de estas distinciones, Mari Carmen Bernad ostenta la distinción de hija adoptiva otorgada por el alcalde de Burriana, Juan Sanchordi, en los años 80. Digo que nombres hay para que se les haga especial mención y al final diré algunos de ellos, al menos para dar ideas a quienes tienen tal responsabilidad, pero no es que haya nombres, es que hay que dar el paso que se debe para que se reconozcan los méritos que cada uno de ellos ostenta.
Nombres existen varios, pero yo sólo voy a nombrar algunos, aún corriendo el riesgo de dejar algunos otros en el tintero a los cuales ya quiero pedirles disculpas, porque si fuera por mí, hay muchos otros que se lo merecen.
Enrique Monsonís, expresidente del consell preautonómico y autonómico entre los años 1979 y 1983
Miguel Dols Piquer, mienbro de la Fundación Cañanda
Joan Pla, escritor nacido en Artana y que ha desarrollado toda su actividad literaria desde Burriana.
Santiago Ventura, tenista que llegó a formar parte de la selección española de tenis en el año 2008
Juan Planelles, ex-futbolista del Burriana, Real Madrid, Castellón, Valencia y Zaragoza.
La distinción a entregar queda a criterio de quienes tienen la responsabilidad de “fer poble” para que la historia de nuestra ciudad sea conocida en el futuro a través de nombres propios y de sus actuaciones.
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