Hay temas que no se pueden tocar con el objetivo de mantener la calma y la amistad
Yo no gano siempre, pero tampoco siempre soy quien pierde y, sin embargo, me gusta respetar, tanto a quien gana como a quien pierde. Esa es una primera reflexión que me surge ante un debate que estoy viendo en televisión.
No
obstante, me da en la nariz que no son muchos quienes saben perder y, tampoco,
quienes saben ganar, que en ocasiones, estos últimos, no saben respetar a
quien pierde, al menos según ese
criterio del ganador frente al perdedor.
Sin
embargo, no obstante, a pesar de todo, me J… mucho que uno de los dos, bien el
ganador o el perdedor, ante un resultado que pueda resultarle adverso, ponga en
duda el propio sistema, máxime, si este es un sistema democrático consolidado y
considerado, a nivel internacional, de los más transparentes que existen en
este globo que a alguien se le escapó un día.
Estamos
a un paso de que gobierne la derecha de ese señor gallego que atiende a los
parámetros de, como dice mi amigo que vive en Madrid, a la sazón capital de
este Estado llamado España, esa “barbi madrileña” que ocupa el sillón
presidencial de su propia comunidad.
Y digo
esto porque la visión de ese gallego candidato, siempre ha sido diferente de la
visión centralizadora de quien hasta hace poco fue su homónima en el cargo de
una comunidad periférica hasta el momento en que fuera elegido candidato a un
estamento superior como es el de candidato a presidente del gobierno de este
país.
Escribo
esto a caballo entre una noche, que podríamos considerar de verbena y el
momento de sucumbir a los designios de Morfeo y sumergirme en un sueño que me
lleve a una jornada mejor, más tranquila y sosegada y que dé, nuevamente paso a
muschos días que, aún, quedan por llegar.
Sucumbo
al final de este escrito en medio de una mezcla musical que alterna la música
de hace una décadas con ritmos más modernos que apenas me indican nada y
después de una conversación superagradable con dos señoras que de nada conocía
y que, a pesar de sus grandes diferencias políticas, puestas de manifiesto en
esa conversación de breves instantes, mantenían
una gran amistad que cuidaban con esmero sabiendo, ambas, que hay temas
que no se pueden tocar con el objetivo de mantener la calma y la amistad.
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