El monte necesita medidas radicales para salvarlo
El monte, ante todo lo que está ocurriendo, necesita de medidas radicales. Necesita, quien sea, apartar del medio a esos ultra-ortodoxos del ecologismo que dicen que no se debe hacer nada en él, pero que tampoco lo ayudan cuando nos necesita y luego critican a quienes dirigen nuestros pueblos y CCAA o al propio Estado, a pesar de estar transferidas las competencias..
Siempre se ha dicho
que los fuegos del verano se apagan en invierno y algunos se preguntarán ¿Cómo?
Sencillamente como se hacía hace varias décadas, dejando pastar a los ganados
de ovejas y cabras que limpian de forma espectacular el sotobosque y, al mismo
tiempo enriquecen la tierra con sus restos.
Sin embargo, la culpa
es compartida por todos. Ciudadanos que no paramos de contaminar y de abandonar
espacios que deberían estar limpios. Falta de proyectos e iniciativas de
nuestras autoridades cuya incapacidad no les lleva a crear proyectos que puedan
permitir mantener en buen estado nuestros montes. Y como no, de todos aquellos
responsables sociales que han caído en esos radicalismos de ambos extremos que
posibiliten mejorar nuestro medio ambiente y otras muchas cosas de ámbito
social.
Quienes me conocen
pueden pensar que me he vuelto un poco majareta y es que, aunque no lo crean,
nunca he dejado de ser ecologista, feminista y otras muchas cosas, aunque nunca
he llegado a ser radical en nada, entre otras cosas porque considero que se
puede llegar a buscar soluciones mediante un diálogo y no ese diálogo de
besugos que ejercitan algunos y que consiste en dialogar para que tu hagas lo
que yo quiero o viceversa.
Eso no es diálogo,
eso es otra cosa. Pero volviendo al medio ambiente y a los abandonados montes
que hay en nuestra provincia, tengo que decir que requiere de un análisis
profundo y de medidas serias y fuertes para evitar perderlos. Hemos llegado
hasta aquí por hacer caso, en muchas ocasiones, a los radicales ecologistas,
sin embargo quien necesita radicalidad es el monte para salvarlo de su perdida
total.
Hasta el momento, en
nuestra provincia nos estamos librando de los devastadores incendios, pero es
por suerte. Si salta la chispa vamos a lamentar la pérdida de muchas hectáreas
de monte que son el mejor frontón para evitar el cámbio climático con el que
tanto nos amenazan.
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