En turismo. Para atrevidos. Tiempo al tiempo

Todavía estamos en pandemia. Aún tenemos el estado de alarma sobre nuestras cabezas y, con ello, una serie de restricciones que van a seguir a nuestro lado hasta fecha próxima. Pero, parece ser que va a durar poco y según todo lo previsto en tres semanas se abrirán algunas puertas a la movilidad, los horarios y otras restricciones que hemos padecido, para nuestro bien, a lo largo de los últimos meses.

Sin embargo, ante este pistoletazo de salida y con lo que hemos visto en el plano turístico en nuestra Comunitat, nos hemos dado cuenta de muchas cosas de las que tenemos y podemos disfrutar. Pueblos y ciudades con muchos recursos y posibilidades que, algunos de esos pueblos y ciudades, han sabido aprovechar o se han preparado para cuando sea el momento oportuno.

Los hay que se han preparado para ese día, mientras que otros han dormido agazapados detrás de “la pandemia” para seguir sin prepararse para ese momento. Están obnubilados con su manera con la que han hecho las cosas, es decir, sin hacer nada y esperando a que escampe la tormenta sin preverse y posicionarse de gestiones en pro del fomento del turismo para el verano de su ciudad.

No voy a poner ejemplos de ningún pueblo o ciudad, simplemente quiero hacer una reflexión, para quien corresponda en cada lugar y se den cuenta de la incapacidad que han tenido para posicionarse en los puestos de salida, máxime cuando algunos tienen posibilidades y recursos más que sobrados y, otros, han tenido quienes les han podido trazar su línea motriz para que su trabajo sea efectivo.

Dice el verso de un poeta que “tenim el que tenim i prou”, así es, tenemos lo que tenemos y, afortunadamente además, podemos elegir a quienes nos representen, otra cosa es que su capacidad les lleve a efectuar inversiones productivas en favor del comercio, de la hostelería, del deporte, de la naturaleza, de la industria o del desarrollo integral de su ciudad.

Estamos a las puertas de un verano que va a pillar a muchos municipios desprovistos de ideas nuevas, de actividades, más allá de aquello de “lo de sempre” y, también, con el paso cambiado y la desorientación total. La situación vivida ha adormecido muchas ilusiones, si es que las había antes, y ha hecho que, como siempre, sean los más atrevidos, los más esforzados y quienes tienen más visión de futuro quienes se lleven el gato al agua. Tiempo al tiempo.