Carta a Pedro Sánchez: Equipo tienes

Querido Pedro, si el Sánchez, hoy tiene nombre propio esta carta escrita entre la decepción y la esperanza. Decepción por lo que está pasado y por el cómo se está haciendo. Y esperanza en que el futuro vaya a ser, solamente, un poco mejor.

Cuando escribes pensamientos de carácter político es notable que el escribano tiene su idea y su orientación y por lo tanto sus palabras se inclinan hacía cualquier lado de la balanza y en este caso tampoco soy tendencioso al indicar que mis planteamientos se dirigen hacia el lado en que mi brazo no sabe hacer casi nada, dado que soy diestro.

Tras ver lo que está sucediendo en el Gobierno que presides, nos guste o no, un gobierno legítimo salido de las urnas, y el Gobierno de todos los españoles me gustaría recalcar lo que dije hace varios artículos hablando de una excursión y de un autobús viajero en el que había un conductor de un grupo muy diverso y dispar, digo pues, que aquel vehículo está a punto de despeñarse por cualquier precipicio y que ante esta situación sólo cabe volver a cocheras, reparar lo que esté mal y emprender un nuevo viaje con nueva gente, con personas que tengan principios, educación, sean fiables y miren por el bien colectivo.

Lo tienes difícil para llegar a ser un gran estadista o un gran presidente como lo fue el primer presidente de gobierno de tu partido, desde que se restableció la democracia, pero podrías serlo descabalgando del autobús a esos que además de desestabilizar nuestro sistema político están desacreditando, día sí día también, cualquier institución y trabajando para no sé quién, pero no para el pueblo al que dicen representar del cual se mofan una vez sí y otra también.

Lo siento porque considero que tienes unos grandes ministros socialistas, eficaces, preparados, educados y conscientes del papel que representan en este momento, conscientes de lo que hacen y de lo que dicen y es que no me extrañaría que un día de estos alguno de ellos se te apeara del viaje emprendido dejándote con el culo al aire por juntarte, y hacer que ellos se junten, con amistades peligrosas.

Lo pasaste mal en el pasado dentro de tu partido. Resucitaste, cual ave Fenix y has llegado donde estás y detrás de ti tienes cuarenta y ocho millones de personas que pelean por su futuro, pagan sus impuestos y hacen esfuerzos para sacar adelante a sus familias, son millones de personas que se merecen un futuro esperanzador y no podemos estar sometidos a los ultrajes y chantajes que estos individuos, sentados en tu mesa de gobierno, nos someten día a día.

Estas de vacaciones. Descansa, piensa, medita y toma decisiones. La mejor de ellas sería que te buscaras nuevos amigos de viaje. ¿Cómo? A través de las urnas. Estoy convencido que, a partir de ese momento empezaría a forjarse un gran presidente. Equipo tienes.

 

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