A vueltas con el turismo
Acabo
de leer que con motivo de la celebración del Día Mundial del Turismo el
Ayuntamiento de Burriana va a promover una visita nocturna a la ciudad para
conocer los encantos de la misma y cual ha sido mi sorpresa que al ir a
apuntarme me han dicho dos cosas que era gratuita y que ya no había plazas
libre. Mi gozo en un pozo. Otra vez será.
Sin
embargo me ha venido a la memoria el artículo que escribí para la revista “Arrels”
de Onda sobre el tema del turismo (18-7-19) y se me ha ocurrido que lo podía
transcribir en mi blog dado que, todavía, está vigente.
El
artículo en cuestión es el que escribo a continuación y dice así:
“Parece ser que hay
muchas personas que no entienden lo que es el turismo, la actividad turística o
la industria turística. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT) El turismo comprende “las actividades que realizan las personas
durante sus viajes y estancias en lugares distintos a su entorno habitual
durante un período de tiempo inferior a un año, con fines de ocio, negocios u
otros. Si no se realiza pernoctación, se consideran excursionistas. Los turistas y
excursionistas forman el total de visitantes”.
Así pues y atendiendo
a la definición de la OMT hay muchas poblaciones que no tienen clara la
diferencia entre turista y excursionista y es por eso que, en muchas ocasiones,
no tienen definidos sus puntos de mira de promoción y por ello van dando tumbos
sin encontrar la diana en la que clavar el dardo con acierto.
Sin embargo, a veces,
un servidor se pregunta si los propios ciudadanos de una población quieren, o
no, ser poblaciones turísticas o excursionistas y que les visiten miles de
visitantes y he llegado a la conclusión que hay muchos ciudadanos de muchas poblaciones,
villas y ciudades que no lo ven así y que, en ocasiones les molesta porque
piensan que les invaden sus espacios más íntimos y les roban una parte de su
lugar.
¿Que hacer ante una
situación así? Indudablemente si la población tiene otros medios de vida
potentes, estables y con más o menos visión de futuro va a ser más complicado
dado que hay que convencer a todo un sector laboral determinado. Si los medios
de vida y laborales de los vecinos son pocos, será más fácil.
Primeramente hay que
hacerles ver que el turismo puede ser una fuente de vida, un lugar en el que
poder encontrar trabajo y que ello puede convertirse en una fuente de ingresos
familiar y para el resto de vecinos. A continuación tener la suerte de
encontrar entre sus gobernantes gente capacitada para tener la suficiente
visión de aprovechar sus propios recursos culturales, medioambientales,
patrimoniales, etc. sin desechar, ni dejar de lado a ninguno y al mismo tiempo
que su puesta en valor no suponga un mayor incremento de los gastos y para
ello, la única solución, es que paguen por los servicios que reciben.
Digo lo del pago
porque si se proyectan propuestas para el visitante y no tienen coste alguno
para ellos, flaco favor le hacemos a los bolsillos del ciudadano que los tiene
que sufragar, simplemente, con la finalidad de que lleguen muchas visitas a
coste cero para ellos y un incremento de los impuestos para los vecinos.
Cuando salimos de
España la gratuidad no existe, pagas por los planos, pagas por utilizar los
lavabos, pagas por casi todo y por estas tierras llevamos a cabo muchas
actividades de forma gratuita que nos traen, en muchas ocasiones, un turista
barato y unos excursionistas que vienen a través de agencias que únicamente
buscan la gratuidad de la visita sin importarles la repercusión que pueda tener
en el visitante, en el vecino del lugar porque lo único que le interesa es su
beneficio personal o empresarial.
En fin, eso, que el
turismo es una industria que debe generar riqueza entre los habitantes del
lugar y que de no ser así para lo único que nos va a servir esta actividad es
para pagar más impuestos.”
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