Parece ser realizable.
Llevamos tres
convenios firmados y un montón de promesas y, pese a ello, no se ha hecho nada.
Nos prometieron el oro y el moro; cuatro carriles que luego pasaban a tres o a
dos o que más da lo que prometieran. No han hecho nada y, mira por donde, ahora
nos presentan un proyecto, más o menos realizable, y, más o menos decente, y no
hacemos, o mejor dicho no hacen más que criticar la primera realización “real”
del equipo de gobierno actual del Ayuntamiento de Burriana.
Efectivamente, me
estoy refiriendo a la Avenida Jaime Chicharro, conocida popularmente como la “carretera
del port”. Hace unos día vino la Consellera del ramo, María José Salvador, y se
comprometió a realizar una serie de mejoras en este vial, urbano, del que otros
nos prometieron muchas cosas y no hicieron nada y, mira por donde, salen “els
prohoms” de este municipio, evolucionados con el tiempo y que han cambiado las
caras, pero no las formas, a quejarse de cuanto han trazado sobre un papel.
Llegan estos “fenómenos”
a caballo de las nuevas tecnologías para criticar lo que con anterioridad no
fueron capaces de hacer, meterse con quienes no hicieron nada durante mucho
tiempo y que lo único que consiguieron es dejar a esta ciudad convertida en un
erial.
Alguien dirá que se
me ve el plumero. Efectivamente, se me ve porque con mi aprobación les doy un
margen de confianza para algo; se me ve porque quiero que esta ciudad cambie
para mejor y se me ve porque por este camino que algunos preconizan, Burriana
no tiene futuro.
La decisión acordada,
probablemente no sea la mejor, pero es la mejor de las posibles. Su ejecución
depende de ambos organismos exclusivamente, Generalitat y Ayuntamiento, sin que
tengan que intervenir los agentes urbanizadores de, al menos, siete unidades de
ejecución, con todo lo que ello conlleva y con las perspectivas de realización.
Burriana tiene
hipotecado su futuro para unos cuantos lustros y de la mejora de nuestro
entorno urbano depende el que se hagan pequeñas actuaciones y no grandes “macro
proyectos” que ya hemos visto su resultado. Burriana necesita embellecerse a
base de pequeños cambios de escaso presupuesto y hay que acertar en ellos,
pensarlos bien y poder ejecutarlos con los recursos que han dejado y lo que
puedan colaborar otras administraciones.
No se trata de coger
lo que nos den, o lo que nos echen, de eso ya hemos tenido bastante y así nos
ha ido; se trata de trabajar con visión de futuro y no soñar con la luna porque
con soñar con ella, sólo nos puede salir la vena romántica y aunque tengamos
buenos poetas, escritores y músicos, que los tenemos, no nos va a servir para
encontrar ese futuro que una ciudad con estas posibilidades merece y da la
sensación que quienes nos han gobernado estos años sólo han visto la parte
lírica, porque la práctica ha brillado por su ausencia.
Ahora hay quien lanza
por las redes el proyecto presentado para que votes, opines y digas lo que
piensas, casi siempre para criticarlo, es algo así como las encuestas que hacen
en alguna cadena de televisión nacional para que llamen por teléfono, unas encuestas que al inicio
del programa ya sabes el resultado, más menos 75 a 25, no seamos torpes exijamos
que hagan cosas y que las hagan, como mínimo, lo mejor posible. Una cosa es
criticar y otra, a veces, hacer el gilipollas. Y lo que ahora nos presentan parece ser realizable.
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