Todos contra el PSOE
Uno, que ya lleva
vividos unos cuantos periodos electorales, desde diferentes puntos de vista,
está observando una campaña electoral muy atípica en la que en lugar de
intentar desbancar al equipo de gobierno actual de sus asientos políticos, se
está atacando de forma inconmensurable al principal partido de la oposición y
principal partido a destituir al equipo gobernante actual.
Los partidos nuevos, han
estado criticando que en este país se está terminando el bipartidismo, yo no sé
donde han estado viviendo, pero el que escribe esto, en el momento de ir a
votar, he llegado a tener hasta diecinueve papeletas para elegir y de todas
ellas siempre he escogido la que he considerado con total libertad.
El Congreso y el
Senado han llegado a tener hasta doce partidos representados y, en algunas
ocasiones, el equipo gobernante se ha sustentado gracias a formaciones
políticas ajenas a sus siglas.
Me hacen gracia esas utópicas
propuestas que simplemente son cantos de sirena que suenan bien a miles de
personas desesperadas por una sociedad que está viviendo, a pesar de lo que
digan, una profunda crisis que en muchas ocasiones es más de valores que de
otras cosas y si esos valores nos lo van a inculcar estos lobos disfrazados de
corderos y salva patrias, apañados estamos.
La actual campaña se
está convirtiendo, de forma inusual, en un “todos contra el mayor grupo de la
oposición”, es decir, “todos contra el PSOE” y eso se pudo ver en el pasado
debate en el que un “casposo” Pablo Iglesias no paró de demostrar su
animadversión hacia Pedro Sánchez con el beneplácito y las puyas
correspondientes del Ciudadano Rivera, mientras que la vicepresidenta estuvo a
la altura de los demás, a pesar de la mala educación del de la coleta de
calificarla de “menina”.
Es indudable que para
el Partido Popular el adversario a batir es el Partido Socialista y que tanto
Ciudadanos como Podemos tienen que hacerse un hueco en el mercado político,
pero las triquiñuelas utilizadas y la verborrea empleada sobrepasan, en mucho,
los hábitos utilizados, hasta ahora, por las denominadas viejas opciones y eso
que algunos se las dan de profesores universitarios aunque su educación se caracteriza
más por su ausencia que por su abundancia.
En fin, que aún nos queda
una semana de campaña y como suele ocurrir el tono irá creciendo y aún oiremos
muchas cosas, pero lo que está ocurriendo es inusual y este país necesita
proyectos fuertes y serios y no esas vanalidades que nos quieren hacer ver, con
coleta o sin ella, que sólo son eso, promesas irrealizables, y si no, revisemos
las actuaciones llevadas a cabo en los lugares en donde gobiernan, “pa llorar”.
Por cierto y volviendo al debate, quien mejor estuvo fue la vicepresidenta, a
pesar de no ser quien debiera estar.
Comentarios
Publicar un comentario