Pitos, banderas, fachas y maleducados
No me gusta el futbol
como movimiento de masas aborregadas; ni me gusta la política como
adoctrinamiento de personas; ni las banderas y los himnos como elementos de
separación de territorios y personas, pero tampoco me gustan los fanatismos de
los futboleros, ni los extremismos de quienes utilizando banderas, himnos y
territorios pretenden lo que, por Ley, podrían conseguir, pero que por sus
actos quedan totalmente deslegitimados.
Tampoco me gusta la
mala educación ni que unos insulten a otros u ofendan los sentimientos de
quienes tienen himnos y banderas como enseñas de algo; no me gusta que se
radicalicen posturas, ni que se generalicen conceptos, pero tampoco me gusta
que ofendan a nadie amparándose en un falso concepto de la libertad de expresión
que, casi siempre, tenga un único sentido; la libertad de expresión, de
religión, política, etc. siempre tiene dos sentidos, tú me respetas y yo te
respeto.
No me interesaba, lo
más mínimo, la final de la Copa del Rey, pero quería ver el inicio del encuentro
y especialmente el momento en el que sonara el himno de España, simplemente
para comprobar si todavía, en el futbol, existían esos miles de maleducados que
no queriendo escuchar empezaban a pitar unas notas musicales que consideran, lo
que consideren, pero sí que utilizaban esa competición para su pecunia y
satisfacción personal.
Repito, no me gustan
los himnos y las banderas, sean del Barça o del Atleti o de cualquier otra
índole, pero demando para unos y para otros el respeto que se merecen, lo mismo
que pido respeto para Els Segadors, el Eusko Abendaren Ereserkiako, la
Marsellesa o el fragmento de la novena sinfonía de Beethoven que se ha
convertido en himno de Europa, y por supuesto para el himno de España.
Saben todos esos
miles de fanáticos impresentables que silbaron el himno que estaban jugando una competición
que se llama copa del Rey de España? Claro que lo saben, pero como ello les
reporta ingresos tragan y callan. Si todos esos que silbaron y quienes lo prodigaron fueran
consecuentes con sus actos no hubieran alentado a sus equipos hasta llegar a la
final, ni jugarían la liga española, ni participarían en otras competiciones de
otros deportes, por ejemplo.
Si, presidentes
autonómicos, de clubes de futbol o de otras entidades se sonreían mientras
escuchaban las notas del himno nacional y la monumental pitada de esos miles de
“fans”, de no se qué, tuvieran dos dedos de frente y un par de pelotas para
unir lo que predican con la realidad se hubieran quedado en sus casas, pero no
lo hacen, simplemente, por salir en la foto y por dinero, que es, al fin y al
cabo, lo único que les mueve. No es por ideales.
Que sería del Barça o
del Atleti sin el Madrid o el Valencia, sin el Sevilla o el Depor, nada un cero
a la izquierda. Los Messi, Piqué, Neymar, etc. contra quien jugarían, contra
l’Hospitalet, Santa Perpetua de la Moguda, el Figueres, el Getxo, el Baracaldo o el Sabadell, entre otros
y eso llenaría el Nou Camp? seguro que no, pero de esa forma con el
asentimiento de sus directivos y de sus cómplices en el mundo de la política,
sentados al lado de Felipe VI siguen manteniendo en vilo algo en lo que ellos
no creen porque saben que con la globalización en la que vivimos, la
independencia personal es muy difícil y compleja y si no que se lo pregunten a
los griegos.
Me duele que se
ofenda a quienes sienten los himnos y las banderas, me sabe mal por ellos y
porque considero que nadie tiene derecho a ofender los sentimientos de los
demás y no por llevar en la muñeca una bandera de España, la Ikurriña o la
Senyera se es más moderno, más demócrata o más de lo que sea que los demás. Hay
“fachas” o intolerantes que llevan y lucen cualquier cuatribarrada, ikurriña
u otras banderas y los hay que en nombre de una bandera han robado, han matado
y han hecho sentirse mal a otros seres humanos nacidos bajo la preponderancia
de una lengua u otra, de una enseña u otra y en cualquier parte de esta zona
geográfica de la Europa que nos toca vivir, por ejemplo.
En fin, no quiero
extenderme en exceso, y si quienes llevaron a cabo la pitada, en estos momentos
se encuentran más realizados, cosa que no creo que tengan capacidad, mejor,
pero que no piensen que han hecho un acto de heroísmo, simplemente han
demostrado que son unos maleducados intolerantes y que la próxima vez, que la
habrá, que se queden en casa.
No sobra ni falta un ápice a tu comentario Joan.
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