Piensalo
Hay “salva patrias”
que quieren salvar patrias insalvables; patrias que no quieren que se las salve
y patrias que no merecen ser salvadas. Pero, también hay patriotas que
esconden, tras la aparente piel de cordero, un feroz lobo ansioso de devorar
patrias sin merecimientos; patriotas de boquilla y patriotas de bolsillo o
mejor dicho, con bolsillo lleno o con este objetivo.
Menuda reflexión
acabo de hacerme, no sé si será por el tema de las elecciones municipales o por
qué, pero me he puesto muy trascendente, sin embargo, creo, que lo que acabo de
decir es verdad o, al menos, a mí me lo parece.
No obstante, busco el
significado de la palabra “salva patrias” y no me aparece en el diccionario de
la academia, pero es como lo de las “meigas” que haberlas, “haylas” y, algunos,
nos quieren salvar de patrias inexistentes, de patrias inducidas o de aquellas
patrias a las que ellos mismos nos han inducido y conducido, además de haberlas
creado y producido.
Sin embargo, o a
pesar de ello, busco el significado de patria y me aparece como “Tierra natal o adoptiva ordenada
como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos,
históricos y afectivos”, un significado con un sentido hermoso y con el que me
siento identificado; una definición sencilla, comprensiva y que es capaz de
levantar muchas pasiones, amores, odios, diferencias, una gran comunión de sentimientos
conversos y adversos, unir a gentes y, a la vez, levantar fronteras entre ellas.
Es por todo esto anteriormente dicho
lo que a veces me lleva a declararme “apátrida”, por cierto, palabra que si que
figura en el diccionario y que significa “Dicho de
una persona: Que carece de nacionalidad”, algo así como un “sin papeles” y con
ello un fuera de la Ley, intruso en algún lugar o en alguna situación en que no
debiera estar.
Y, pienso que, de vez en cuando, nos
iría bien ser un “sin papeles” para ver la realidad que nos rodea y de esa
forma llegar a la realidad que nos gustaría; atravesar esa puerta de la
conformidad que nos acomoda, para adentrarnos en la senda de la solidaridad que
se necesita y de la mejora de la realidad que nos rodea, a pesar de que nos
dicen que ella, la realidad que nos rodea, es la mejor de las posibles sabiendo
que ello así no es y que falta mucho para que lo sea.
Nada, eso, que no quiero amargarte
este momento de lectura y que pienses bien tu voto, aún te quedan unos días
para ese gran momento en el que vamos a introducir nuestro principal valor
democrático por una apertura horizontal que determinará, en parte, nuestro
estado de ánimo los cuatro próximos años, los cuatro que nos han traido hasta
aquí, ya sabemos quienes lo han hecho. Piensalo.
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