Hoy me ha llegado un escrito de un amigo

Leo, de forma cada vez más frecuente, los escritos de personas, jóvenes o no, a mi me da igual la edad que tengan, que hablan de los estudios realizados y de la profesión que desarrollan y todas apuntan en la misma dirección, a la nueva Ley de estudios, que no recuerdo como se llama porque ya he cambiado a tantas que ahora la llamaré Ley Wert y así nos entendemos mejor.

Digo pues que los escritos hacen referencia a dos temas la falta de posibilidades que ofrecen las nuevas carreras y la dificultad de encontrar un trabajo posterior a quienes no terminan sus estudios ahora con las nuevas leyes, dando a entender que dentro de poco los títulos conseguidos con anterioridad a la llegada de este señor al ministerio correspondiente no tendrán validez alguna y, eso, no es así.

Hoy, me ha llegado este correo en el que nuevamente un profesional se indigna contra quien dirige la educación en este país, todavía, denominado España y tras muchos años de democracia no ha sido capaz de encontrar un sistema educativo durable más allá del tiempo que dura un partido político en el poder. No han sido capaces de pactar un sistema que perdure más de diez años, con lo fácil que lo tienen de copiar de los paises en que los resultados educativos son positivos y siempre se empeñan en copiar lo más malo y por no saber, no saben ni adaptar esos sistemas a nuestra forma de ser. En fin que decía que me ha llegado este escrito de un profesional indignado con el titular de la cartera de educación y con todos aquellos que respaldan su proyecto.

El artículo dice así:

“Odiado señor Wert Ortega:

Le felicito. Ha conseguido usted lo que grandes científicos del mundo no han conseguido pues los viajes en el tiempo, si bien algunos estudios teóricos afirman ser posibles, la práctica es otra cosa. Pero usted lo ha hecho. Ha conseguido devolver a España al pasado, ese pasado donde el derecho a la educación no lo compartían todos los ciudadanos, esa España donde una persona no elige una profesión (fontanero, carpintero, Ing. Industrial, abogado,…) porque es lo que quiere ser sino porque es lo que puede pagar. Gracias a usted hemos vuelto a esos tiempos en los que los padres se tienen que  hipotecar para pagar los estudios de sus hijos  o convencerlos de que no estudien lo que les gusta, aquello que en un futuro sabrían hacer bien porque o  no pueden pagar  dado que sus hijos no son “lo mejor de lo mejor” o simplemente tienen que trabajar para ayudar en las cargas familiares y en vez de hacer una carrera en cuatro años necesitan seis. También se da la circunstancia que aquellos que cursaron carreras técnicas o diplomaturas de tres años ahora se encuentran con que no pueden seguir estudiando ya que los masteres están reservados preferentemente para los licenciados, ingenieros o graduados y, dado que un gran número de universidades públicas no ofertan cursos puente en carreras en las que además han sido pioneras, a muchos sólo les queda realizar algún curso de cocina y por lo menos trabajar en casa. Señor Wert hasta ahora creía que el gran divulgador E. Punset tenia razón al decir que “cualquier tiempo pasado fue peor”, gracias a usted me he dado cuenta que no siempre es así, que es una mentira que he vivido durante mucho tiempo.

Con mis  peores deseos para usted.

Firmado ………”

No voy a poner la firma del emisor, aunque el escrito circula por el FACE y otras redes sociales e incluso me ha dicho su autor que se lo ha mandado al Gran Wyoming y cuando llego aquí, siempre tengo que ir a Internet para saber como se escribe lo de “Wyoming”, por lo tanto igual lo podemos escuchar por la Sexta dentro de El Intermedio.

En fin, a nivel personal no creo que esta reforma vaya a tener los resultados positivos que me gustaría, perosi el firmante le desea esto al señor Wert, que por cierto de segundo es Ortega, cosa que desconocía porque tenía suficiente con el primero, me vienen a la memoría otros Ortega, como Ortega y Gasset, Amancio Ortega, Ortega Lara y Ortega Cano, aunque estos no creo que tengan nada que ver con el Sr. Ministro y decía que el amigo le desea esto al señor wert, yo le deseo todo lo contrario, porque seguramente lo contrario será lo bueno. Digo yo.