Me gustaría equivocarme
Si
el pasado artículo caducó poco después de escribirlo, al haberse producido de
forma rápida, nuevas vertiginosas
rectificaciones que constituían la noticia de que se admitía a trámite de
estudio la propuesta de la donación en pago, hoy, hace escasamente unas pocas
horas escuchábamos, leíamos y veíamos la noticia de que una señora se había
quemado a lo bonzo en una sucursal de Almassora y eso duele por muchas cosas y,
especialmente, por la cercanía.
Esta
noticia no caduca, si no es esta señora, son dos ancianos en el País Vasco o en
cualquier otra parte de nuestra geografía que ponen fin a su vida por no verse
en la calle, ellos y toda su familia, todo por el simple hecho de haber perdido
un trabajo y quedarse sin ingresos. Si además de no tener trabajo, ni ingresos,
te tienes que ver en la calle se llega a la desesperación y estos señores han
elegido la opción más personal, pero otros pueden tirar por la calle de En
medio y pasar algo que nadie se espera, aunque si se puede imaginar.
Hay
países que tienen establecidos unos mecanismos para evitar estas situaciones,
deberían establecerse sistemas de prorrogas de prestamos, fondos para estas
situaciones que echan a la calle, no sólo, a quienes firman su hipoteca, sino a
sus hijos y muchas veces a sus propios padres que con su apoyo han querido que
hijos y nietos tngan una vida mejor.
En
verdad es que es lamentable que los mismos bancos a quienes los desahuciados
han contribuido a salvar a través de sus impuestos, son los mismos bancos que
ahora les están poniendo de patitas en la calle; aquellas entidades a las que
el gobierno les ha inyectado miles de millones de euros son quienes ahora
están sembrando mayor inquietud y malestar y crispando una sociedad que no se
merece vivir la situación que estamos viviendo.
Hoy,
parece que el dolor de lo vivido sea mayor al pillarnos más de cerca, pero yo
se que muchos han pensado lo mismo o algo parecido que esta señora que ha
querido inmolarse y poner fin a sus días mientras quienes pueden tomar
decisiones andan preocupados en salvarse y lavarse el culo, como puedan, de
tanta m….. como está saliendo día a día en los medios de comunicación. Bastante
faena tienen.
Que
pena, Dios mio, que pena. Un país con un potencial enorme y que no sepamos
aprovecharlo.
Hoy
es un día también triste, una jornada de dolor, rabia y malestar y ojala que
esta fuera la última, pero la desesperación es tanta que mucho me temo que no
tardará demasiado tiempo en volver a repetirse. Me gustaría equivocarme.
Comentarios
Publicar un comentario