Un mismo pecado para ambos
Anoche, en esa casi eterna discusión con los hijos que se tiene cuando los tienes por casa y cuyo tema de disparidad de criterios se sitúa en el mando de la tele por el poder que tiene su posesión, surgió, nuevamente la elección del canal para ver algo durante la noche del sábado y como siempre la discusión. Por fin elegimos una cadena en la que poder ver una pelicula y en el intermedio, por aquello de no ver los veinte minutos de publicidad que echaron, íbamos haciendo zapping cuando le digo a mi hija que se parara en Tele cinco para ver, un poco el debate La Noria cuando me dijo que había que hacer boicot a esta cadena por la invitada de la noche, la madre del asesino confeso El Cuco. La señora, con vergüenza no quiso que le sacaran el rostro, para que nadie la conociera, pero seguro que el talón estaba hecho como si fuera a dar la cara. El poquito rato que vimos fue deplorable y me vino a la memoria la memorable y patética noche en que este tipo de programas alcanzó, en nuestro paí...