Esto no nos corresponde a los ciudadanos de a pie

 A veces no sé de qué escribir y, otras, no quiero escribir de lo que veo por la calle o de lo que me cuentan y que a posteriori compruebo para su verificación. No me gusta escribir de oídas.

Ni me gusta hablar de lo que está mal hecho, deteriorado o estropeado por el mal cuidado que algunos vecinos, de tu población y la mía, hacen de todo aquello que es público y, como público que es, todos deberíamos cuidar porque todos contribuimos, a través de nuestros impuestos, en pagar aquellas utilidades que se ubican en el exterior de nuestras casas, Es decir, en la calle.

Son nuestras las aceras, las que están bien hechas y las que están mal conservadas que son muchas. Son de todos los parques públicos y los juegos para niños y también las instalaciones para mayores. Son nuestros los árboles que hay por las avenidas de nuestras poblaciones y como son de todos, todos deberíamos cuidarlos.

Y ahí, en el deberíamos, es donde está el problema. En el condicional. Es decir en la condición de cada uno. En la posibilidad o no de respetarlo, cuidarlo e incluso, en el caso de nuestros representantes municipales, mejorarlo. En teoría es su obligación, pero tienen la posibilidad, o no, de llevar a cabo las acciones anteriormente descritas.

Alguien se preguntará a que viene todo lo dicho. Pues bien, viene al caso de que dando un paseo por nuestras calles, a pie y no en moto ni coche, veo muchas aceras por las que discurro en mal estado, compruebo que los jardines de tu ciudad y la mía están hechos unos zorros con setos rotos, árboles medio muertos, los bordillos hundidos y con algunos agujeros en el pavimento.

Está claro que la obligación nuestra, la de los ciudadanos, es conservar las cosas en buen estado, pero la de nuestros gobernantes también y si un jardín se deteriora hay que arreglarlo; si una acera se rompe, habrá que mejorarla; si un bordillo se hunde habrá que reponerlo y si un árbol se muere habrá que replantarlo con una especie igual o parecida y así sucesivamente.

Cada uno vivimos en una zona de la población, unos en el centro, otros en la playa y otros en la zona de la periferia. Mira a tu alrededor y verás como se encuentra tu entorno. Encontrarás que hay muchas cosas malogradas por los ciudadanos de a pie, pero las hay que también tienen una gran necesidad de mejora y esto no nos corresponde a los ciudadanos de a pie sino a quienes hemos elegido para que nos representen.

P.D. La excavación que hay en el jardín de la Plaza Mayor no es un socavón, pretende mostrarnos una parte de la historia de Burriana.

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