De príncipes y princesas
Tras la “cagada
inicial” llega esta misma al salón de plenos y se asienta en él para enseñar, a
los presentes y a los televidentes, la mala educación de algún@s, la falta de
verdad de otr@s y la inocencia más absoluta del resto.
Los adjetivos y
sustantivos anteriores, aplicados según gustos y preferencias demostraron,
nuevamente el bajo nivel de sus señorías que amparándose en no sé que cosas,
algún@s, se sienten con una verdad tan absoluta que no reparan en las heridas
que producen a quien se sienta al otro lado de la bancada.
En el artículo
anterior me refería al envenenamiento de la vida municipal desde hace muchas
décadas y ayer, el salón de plenos, volvió a vivir unos tensos momentos en los
que no cabe destacar ni la buena educación, ni las formas parlamentarias y, ni
siquiera, el interés general de esta población en la que vivimos y, algún@s,
paseamos nuestro perro, el mismo animal que si hubiera estado allí presente
hubiera tenido mejor comportamiento que algún@s de sus señorías.
Los días previos
hacían presagiar una batalla política. El Arenal, ese espacio que es propiedad
municipal desde hace cincuenta años y que ningún equipo de gobierno ha sabido,
querido, conseguido y, no sé si ni siquiera intentado hacer que fuera realmente
para el pueblo, volvería a ser el caballo de batalla de un plenario al que le
viene grande cualquier solución que se proponga a este o a cualquier otro tema
trascendente para la población que pueda afianzar su futuro.
El hexapartido que
reina en hemiciclo municipal, de los cuales, como formaciones políticas han
dirigido, de una forma u otra al municipio, no han sido capaces de consensuar
ninguna formula para desarrollar el “diamante en bruto” que se encuentra en
manos municipales desde hace muchos años esta extensión de terreno de la cual
algunos se han enterado ahora que no todo es municipal, pero es que, además de
esta parcela, hay otras que tampoco son del municipio.
La inacción de unos,
la inacción de otros y el desconocimiento de muchos va a hacer que una cuestión
de gestión se haya convertido en un boomerang que no va a beneficiar a ningún
grupo del consistorio, dado que todos han puesto su granito de arena para que
el Arenal siga estando como está, hecho unos “zorros” y si no se lo creen,
dense una vuelta.
Por cierto, a algunos
les gustó el cuento que nos contaron en el pleno sobre “la bella durmiente” a
mí no me gustó nada lo encontré ofensivo, mal contado y no se desveló quienes
eran el hada malvada, ni el hada buena, pero lo que tampoco quedó claro es
quien será el príncipe que despertará a la princesa. Seguro que con estos
mimbres la princesa no querrá despertarse.
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