¿Por qué Sant Blai es el patrón de Burriana?
Vaya mes de vagancia
en la escritura de artículos para este blog en el que cada semana plasmo
algunas ideas y pensamientos de cuanto acontece a nuestro alrededor más o menos
próximo y es que parece que con el año nuevo se me han secado las ideas, se me
ha hecho una empanada mental que no se por donde salir y es que, las
preocupaciones no son pocas.
Quisiera hablar del inútil
semáforo que hay ubicado en el Camí d’Onda, un semáforo que en horas punta se
inutiliza y está dirigido por dos o tres policías municipales y que el resto
del día, que no hace falta, sólo sirve para cabrear a cuantos salimos o
entramos a Burriana, pero no voy a decir nada de él.
Hoy voy a revivir la
tradición de los burrianenses en estos días en los que el Patrón, Sant Blai, ha
viajado de su ermita a la Parroquia convertida en Basílica menor y ha vuelto a
su lugar de origen; en los que ha manado, un año más, la tradicional Font del
Ví en la misma mañana de la festividad del patrono de los males de garganta al
mismo tiempo que las campanas anunciaban el día grande de la festividad local.
Y es que a lo largo
de estos día Burriana tiene preparado un, más o menos amplio, calendario de
actos lúdico festivos que han convertido, desde hace varias décadas, las
fiestas del patrono de la población en una excusa idónea para llevar a cabo actos
culturales que se suceden, a veces, con más pena que gloria. Una pena.
Sant Blai, recorrió
las calles de la población de la Plana que lo honra como a su patrono y de
regreso a su ermita, uno de los portadores del anda le preguntó a otro el
origen del patronazgo del santo de la ciudad y pocos supieron decirlo o, al
menos dar una versión, más o menos cierta, del por qué y el cuando fue elegido
este obispo patrón de la ciudad.
Sin embargo y
buscando entre las fuentes periodística encuentro un documento en el que
encuentro estos datos:
“Los origenes de la creación se remontan a una antigua
leyenda que cuenta que durante un temporal de lluvias que amenazaba con
desbordar el río, los pobladores rezaron toda la noche, y al día siguiente
fueron recompensados con un día de sol. Al recorrer la zona para observar los
daños ocasionados por la riada, dieron con una tabla con la imagen de San Blas.
Enseguida atribuyeron el milagro y decidieron levantar una iglesia en su
nombre. El edificio derrumbado en 1882 y reconstruido, es obra de Salvador
Forç. Realizado en piedra y sin tener un estilo bien definido, destacan elementos
neoclásicos como el frontón y el campanario. Destaca en su interior la tabla de
la imagen del santo, del siglo XV, traida de Alfarería (Zaragoza) por los
primeros pobladores cristianos.”
Tras esta búsqueda y
hallazgo, aporto este dato para que cuantos, hasta ahora lo desconocíamos,
podamos dar razón y fe de cuanto está escrito en algunas páginas de nuestra
historia.
Por cierto, Rosa, te aseguro
que en breve hablaré de otras cosas del quehacer cotidiano de nuestras calles y
plazas, porque para hablar de los baches y de los adoquines siempre hay tiempo,
pero ahora es Sant Blai y tenemos que honrar a nuestro patrono.
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