Reflexiones sobre la prensa y Madrid 2020
Leo,
tras el fatídico sábado que precedió a un domingo de miserias y a un lunes de
pena, las críticas efectuadas sobre el tema de Madrid 2020 y tengo lástima de
mi mismo y de muchos de aquellos que practican lo que durante muchos años ha
sido mi profesión y mi vocación que es el periodismo.
Y
digo esto porque, desde provincias, sin haber estado nunca en un gran medio de
comunicación, siempre he intentado ejercer y practicar el derecho de la
palabra, escrita o hablada, desde la total independencia, desde la objetividad
y desde la propia autocensura que, como cronista del día a día de mi gente más
cercana, me he impuesto y es que en esto, como en todo, no vale todo, no vale
decir muchas de las cosas que se dicen sin verificarse, sin cerciorarse de lo
que escribes o dices con el único objetivo de dar el “notición” cuando luego es
peor el remedio que la enfermedad.
Y
en este caso, como en otros, el pabellón que nos representó saltó el listón, y
aunque muchos queríamos que fuera elegida, somos conscientes que el dinero es
muy poderoso y que ha sido el dinero quien le ha dado la victoria a Tokio y no
otras cosas que se dicen, porque si se dicen ahora ¿por qué no las decían
antes? Si ya todos lo sabíamos.
La
situación económica es la misma hoy que hace un mes, la política igual, la
laboral lo mismo y en fin nada nuevo bajo el sol, pero es que ahora algunos
venden que si fue el inglés de Ana Botella, que por cierto ni me cae bien ella,
ni aquel que habla inglés a su lado como si tuviera la boca llena de morcilla
de Burgos. Otros lo achacan a las circunstancias por las que atraviesa España a
nivel nacional y en el tema del empleo, del dopaje o en el de las posibilidades
de recuperación de otros muchos factores de la sociedad general española, en
fin que volvemos a lo mismo, a autoflagelarnos que es lo que más nos gusta y en
eso los periodistas y pseudoperiodistas que aparecen a centenares en medios de
comunicación vuelven a echar “KK” sobre donde no está el origen de esta
depresión post-parto en la que estamos sumidos desde hace unos días.
Madrid
no fue elegida a pesar de la buena presentación que se hizo de la excelente
defensa que hicieron quienes tomaron la palabra, incluida la alcaldesa de
Madrid a pesar de aquello del café con leche en la plaza Mayor a lo que, por
cierto, le faltó lo de las porras o los churros, pero en fin, hay lo que hay y
Gasol y el principe Felipe brillaron por encima de los demás y no fue,
únicamente, por su altura, sino por su saber estar y su formación profesional y
humana, que esto siempre se nota.
Madrid
2020 no fue posible y tras esta fallida intentona, les recomiendo que, de
momento, no vuelvan a volver a presentarse, porque si lo hacen y ante los
rumores que en 2024 quiere presentarse París, volverá a perder.
Tras
todo esto y lo dicho por la prensa, aparece un alcalde “pueblerino” de una
ciudad que no se merece representar y dice aquello de que "En España sólo
Barcelona puede competir con Tokio y Estambul", indudablemente que lo
suyo, Sr. Trias es pueril, indecente, barriobajero y deja a su ciudad, la que
Ud. dirige, pero que a partir de hoy, para mí no representa, a la altura de las
patatas, menos mal que Ud. a pesar de todo no es Barcelona y ha sido alcalde
por lo que ha sido, pero será un alcalde gris que no se merece ser lo que es,
alcalde de Barcelona, porque Barcelona es algo más que Ud.
No
sea tan “lelo” y tenga más visión de futuro su ciudad se lo agradecerá y quienes respaldamos a Barcelona 92, también
Comentarios
Publicar un comentario