Grey y sus cincuenta sombras en un libro
Tanto
oir hablar de él y al final comencé a leerlo. Si, me estoy refiriendo a ese
libro best-seller donde los haya y que se titula “Cincuenta sombras de Grey” y
es que me ha ocurrido igual que con otros libros de gran renombre y campaña de
marketing, me los he comprado y luego no me han gustado, en este caso le he
pedido a una amiga que me lo dejara y he iniciado mi trabajo de lectura.
He
llegado a la página 119 y he decidido dejarlo por varias razones y ello a pesar
de que su lenguaje es fluido, fácil de entender y que, a veces, sus frases me “ponen”,
si, me ponen un poco a tono, se me acelera el pulso y me hace pensar en ciertas
cosas y experiencias, nada que en resumidas cuentas “me pone” y no tengo por qué
ocultarlo.
Tras
conocer las condiciones de la firma del contrato he decidido, por vergüenza
ajena dejar de leerlo reafirmándome en lo que a lo largo de las últimas páginas
venia pensando al margen de la lectura.
Se
ha hablado mucho del libro; se han dicho muchas cosas y la mayoría de ellas han
sido positivas, no seré yo quien contradiga a los entendidos críticos
literarios, pero esa no va a ser mi opinión, dado que si bien he dicho lo que
he dicho con anterioridad de su contenido y su estilo, la trama del mismo me
parece indecente con el trato que da a las mujeres, dando a entender que son un
objeto de compra-venta por el cual uno puede conseguir, a base de dinero sus
favores, mayormente sexuales.
Siempre
he estado en contra de las discriminaciones y mucho más cuando estas han sido
por sexo, raza o religión. Cada uno vale por si mismo lo que él/ella mismo/a
vale y eso que no me gusta hablar de ese modo (…o/a) sino de forma genérica
para que todos nos entendamos y así lo voy a ir haciendo.
No
entiendo, como no sea por dinero, como se pueden escribir algunas cosas como no
sea la del simple pecúnio y este libro me parece que se ha escrito, únicamente,
con ese fin.
Yo,
que siempre estoy preguntadome cosas, me planteo la siguiente cuestión ¿Qué
hubiera ocurrido si en lugar de ser una escritora la que ha redactado el libro,
hubiera sido un hombre?. Probablemente hubiera sido acusado de machista, de
utilizar a la mujer como un objeto sexual, de ser objeto de compra-venta y poco
menos que considerado un hijo de alguna mala mujer o al menos de alguna de las
que aparecen en libro. Lo hubieran considerado un insulto para la mujer y el
sexo femenino; como una vulneración de la libertad de la mujer que se vende al
dinero y al poder y la fascinación. En fin, una película más de esas de las que
a hay muchas, tal vez, demasiadas y no son muy buenas.
Sin
embargo, los contenidos de estos escritos llevan, muchas veces, a situaciones
nada agradables y de las cuales, algunas de ellas, aparecen con posterioridad
en los espacios informativos como sucesos nada agradables para nadie, algo que
realmente duele o debería doler mucho a esta especie humana de la que dicen que
es racional.
Tras
llegar a este punto decido poner fin a la lectura, regalo mi punto de libro a
una señora que se los colecciona, porque hay gente que colecciona de todo y me
decido a poner punto y final a su lectura igual que me pasó con el libro
“mazurca para los muertos” de Cela o “el secreto de Champolión” que no recuerdo
su autor.
Es
posible que, a lo mejor, antes de dejarlo debería haber leido un poco más, pero
no, lo dejo, devuelvo el libro y me agencio un nuevo título que me aporte algo
más. Para ciertas cosas hoy en día hay métodos audiovisuales muy diversos.
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