Necesitamos visión de futuro, a largo plazo, en los sillones de nuestro Magnífic.

 

Vaya, mira por donde Rosa, hace tiempo que no escribo y es que es posible que el otoño con su calor anormal, a pesar de que ya ha llegado un poco de frío me aplatane las neuronas y me ocurre como en verano, me cuesta sentarme ante el ordenador para escribir cosas, eso y que estoy haciendo continuos viajes, apenas me queda tiempo.

Sin embargo, cuando regreso a Burriana me encuentro, a menudo, algunos cambios que me hacen ver que, la nuestra, es una población que cada día es menos para los ciudadanos y más para esa chatarra que yo llamo a los coches.

Si, digo eso porque de las grandes preocupaciones de nuestros munícipes está el crear más plazas de aparcamiento y lo que algunas calles eran anchas para circular, incluso con vehículo, ahora se han convertido en túneles para discurrir con ellos por un tubo lleno de vehículos a ambos lados.

Ocurrió en la Ronda poeta calzada, en la Ronda Pedro IV y ahora ha ocurrido en la calle Almesias. Los coches que aparcaban en cordón ahora aparcan en batería y las calles parece ser que se han estrechado. Ocurrió lo mismo en El Pla en donde al quitar las plazas de taxi y dejar únicamente dos, en lugar de poner unos maceteros bonitos que alegren la vista a los ciudadanos, pusieron más vehículos en batería cuyas partes delanteras hacen más estrecha una acera cuyas deficiencias son notables y notorias desde hace años sin que se arreglen con losetas rotas y desniveles que se llenan de charcos cuando llueve.

Estamos a la espera de ese gran proyecto en la cartera del alcalde que potencie el centro de esta gran ciudad deteriorado desde hace mucho y al que, hasta ahora, ningún munícipe se ha atrevido a meter mano para mejorar.

Ya lo sé, el gran problema de las ciudades son los vehículos. Algunas lo han intentado esconder metiéndoles bajo tierra, pero aquí no nos hemos atrevido y lo único que hemos oído fue aquello de cuatro párquines disuasorios que, todavía, nos han disuadido desde allá por los finales de los noventa que nos lanzó ese concejal de urbanismo que tuvimos con el primer pacto de gobierno que hubo en nuestra ciudad y que, parece ser, que esos pactos sólo sirven para beneficiarse económicamente algunos.

Desde entonces ¿cuantas entradas a la ciudad se han renovado? ¿Cuántas plazas de aparcamiento se han creado nuevas? ¿Qué remodelaciones urbanísticas importantes hemos tenido? A esta última me respondo yo, Novenes de Calatrava, obra realizada de carácter privado. En fin eso amiga, necesitamos visión de futuro, a largo plazo, en los sillones de nuestro Magnífic.

 

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