Tiempo al tiempo en este tiempo de convulsión y muerte.

 

Esta humanidad parece que no ha aprendido nada. Jamás, a lo largo de la historia, por más que lo hayan intentado, un pueblo ha sido capaz de aniquilar a otro pueblo, a otra cultura o a otra forma de pensar con la violencia y, a pesar de haberlo intentado en varias ocasiones según los hechos narrados y descritos no se ha podido conseguir el objetivo final.

Han sido otras circunstancias, otros motivos como el desuso, el anclaje en el tiempo o el paso de las modas o la tecnología lo que ha hecho que desparezcan o se transformen algunas de estas culturas, sin embargo, nada hemos aprendido por más sabios que nos creamos.

Digo esto pues a raíz de todo lo que estamos viviendo con la situación que estamos padeciendo en Oriente próximo entre los “presuntos” asesinos de Israel y los evidentes asesinados de la población palestina, una población palestina que el genocida que preside el gobierno israelí no podrá acabar con ella por más que lo intente y que con estas acciones que está llevando a cabo lo único que va a conseguir es incrementar el deseo de venganza por parte de aquellos que se han quedado sin hogar, han asesinado a sus padres, hermanos, hijos y amigos en acciones militares sin ningún descaro.

Parece ser que todo lo que ocurrió a lo largo del siglo pasado con la actuación de los alemanes con los judíos no sólo fue un aprendizaje para que el presidente actual del estado de Israel, sino que, además, este señor pretende emular a aquel otro del bigote partido y sus secuaces.

Lo que ha ocurrido con la Vuelta no me ha gustado, pero la verdad es que alguien debe decir basta a los incumplimientos internacionales que está cometiendo el presidente israelí y también todos sus mandos. Tampoco me ha gustado el posicionamiento tibio y de perfil de la UE y sigue sin gustarme el apoyo que el rubio del flequillo le está dando a la situación actual .

No me ha gustado lo de la Vuelta pero por algún sitio habrá que empezar a exigir que se cumplan los tratados internacionales, se permitan acciones humanitarias en lugares de conflicto como el de Palestina y habrá que dejar claro quién es quién en cada situación y quienes son los asesinos y quienes  las víctimas.

Estamos lejos, todavía, de ver la solución final que sólo llegará cuando los países árabes estén hartos de muchas cosas y exijan con claridad al del flequillo, a través de presiones económicas, que ponga fin al apoyo que le está dando al psicópata que preside el gobierno israelí y que, por la noche, duerme tranquilo sobre miles de cadáveres de niños muertos por las bombas y las balas que le vende su amigo. Y si fue lamentable el inicio del conflicto habrá que analizar claramente los motivos, aunque nunca hay motivos para tanta violencia. Tiempo al tiempo en este tiempo de convulsión y muerte.