Tontos útiles y tontos complices
Me hace gracia cuando nuestros gobernantes municipales
juegan a ser políticos de alto nivel y es que, en ese momento, no hacen más que
babear a sus superiores inmediatos, con el objetivo de medrar políticamente y
meter la pata cuando, lo mejor, sería estar calladito y meterse, cada uno, en
sus propios asuntos y defender lo que ellos representan.
La cosa no es nueva. Ya viene de hace muchos años y la
han practicado todos los grupos políticos municipales y especialmente cuando en
nuestra ciudad han gobernado unos y en Valencia o Madrid lo han hecho otros.
Mociones inútiles que nada tenían que ver con nuestro
municipio. Iniciativas estériles que en nada nos afectaban dado que eran
cuestiones de otras administraciones públicas. En fin eso, que hay que
rendirles tributo, como a los grandes mitos musicales y hacer puntos para ver
si me dan un puestecito más elevado. La verdad es que desde que dejara de
gobernar el “zar provincial” ninguno de nuestros gobernantes locales ha
ascendido más allá de nuestro término municipal y que haya sido útil para este
mismo territorio.
Si a todo lo que se dice y se hace y se ha hecho en los
plenos y, además, leemos en periódicos y revistas las opiniones públicas de los
representantes municipales haciendo uso de su cargo cuando vierten opiniones
personales, la situación merece una nota destacada. Por supuesto negativa, a mi
entender.
El alcalde de mi ciudad, lo haya votado o no, me representa-
De la misma forma que lo hace el presidente de la Generalitat o el del Estado,
repito, lo haya votado o no. Pero lo que no puede hacer el alcalde de un
pueblo, haciendo uso de su cargo atacar a cualquier político por más mal que lo
haga ostentándose la representación institucional que tiene, porque en ese
momento deja de representarme a mí mismo y su grado de fidelidad a las
instituciones superiores desmerece en respeto y representatividad.
Digo esto a raíz del artículo que acabo de leer en que se
acusa bajo el título de “tonto o complice” al presidente de gobierno de una
serie de conjeturas, que ahora no voy a juzgar yo. Pero quien firma el artículo
es el cargo institucional de alcalde del pueblo que me acoge y, por supuesto,
no habla en mi nombre.
No voy a decir ni preguntar por qué no habla de otros que
tienen rango más elevado que él y que, además, tienen muertos a sus espaldas.
Por qué no pone orden en sus filas municipales donde puede haber algún tonto
útil que se mete a los bolsillos muchos miles de euros al mes. Ese si que puede
ser un tonto no sé si complice, pero si útil para sus menesteres particulares. Creo sr. Alcalde de Burriana que, en este caso,
no ha estado acertado y que, a través de este artículo publicado, a pesar de
que puedo estar de acuerdo en algunos puntos, no me representa. Me representa
cuando reivindica y exige para nuestra ciudad, pero no cuando insulta. Puede
ser su artículo como persona, pero como alcalde no lo debería. La fidelidad
institucional de la que presume ha quedado deteriorada en este escrito.
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