Feliz 2023 y paciencia para soportarlo
Hoy no has sido tú, Rosa, quien me ha dicho que hacía días que no escribía un artículo, ha sido otra persona quien me lo ha dicho y en su honor, el tuyo y el de quienes leen estas reflexiones-comentarios-opiniones o cualquier otro nombre que se le quiera llamar, llego a casa y me pongo a escribir estas letras para, entre otros objetivos, felicitar a todos este año que vamos a comenzar en breve y que de breve no va a tener nada. Será un año largo y muy intenso en el que vamos a vivir muchos acontecimientos, variados y diversos.
Va a ser un año para
taparse los oídos, vendarse los ojos y ponerse un tapón en la boca para no
decir lo que piensas, dejar de ver las cosas que se hacen y muchas de las que
no se hacen y no escuchar muchas de las tonterías que nos van a decir o, mejor
dicho, vienen diciéndonos desde hace demasiado tiempo.
Sin embargo, como os
he dicho lo que quiero es felicitaros a todos este “super año” electoral en que
lo vamos a votar casi todo y en el que vamos a trazar las líneas directrices
del desarrollo futuro de nuestra ciudad o pueblo, de nuestra Comunitat y de
este país al que todavía le denominamos España, Spain en el ámbito
internacional.
Digo pues, que mi
objetivo no es otro que el de desearos lo mejor, a pesar de que vendrán algunos
agoreros a vendernos unos productos excelentes que, luego, resulta que no lo
son tanto y que, en ocasiones, lo único que desean es cobrar su comisión a
través de aquello que se suele decir “uno voto una persona”.
Estamos a menos de cuarenta
y ocho horas de que las campanadas, disfrazadas de gajos de naranja que es con
lo que yo recibo el año nuevo, den paso a un ejercicio anual intenso lleno de
promesas y de un devenir más positivo que el anterior y que mejorará nuestro
día a día, según nos van a decir y, es que, en nada, los tenemos a la puerta de
esa casa que hace cuatro años que no visitaban.
Yo tengo claro mi
voto. No obstante, de vez en cuando, dudo de ir a votar. Suelo ser agnóstico en
muchos casos y en la política siempre tengo mis dudas aunque considero que mi
obligación es votar y dar un voto de progreso, de democracia y de libertad y es
que, en algún momento, me ocurre como con lo de los Reyes Magos, no sé a quién
enviarle la carta y termino enviándosela siempre al mismo.
Bueno nada que eso que, a pesar de todo, os deseo un feliz año y que sus reales majestades de Oriente vengan muy cargados de regalos y buenos deseos.
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