Repoblar es echar raíces, al menos para mí
Hace unos días me encontré en un pueblo de interior, uno de esos que forma parte de la denominada España vaciada, a un joven que se había establecido en él al encontrar su pareja un trabajo estable en la misma población. El joven había estudiado la graduación de turismo. Tiene menos de treinta años, un trabajo temporal de un año y, me pareció a mí, con ganas pero sin saber demasiado que hacer.
Como abuelete “cebolletas”
me puse a hablar con él y recomendarle las muchas posibilidades que tenía ese
municipio para el desarrollo turístico y, al mismo tiempo, su realización
personal y el fomento y difusión de su pueblo.
A su edad tiene muchas cosas
a su favor. El ímpetu juvenil, la ambición de realizarse y algo mucho más
interesante que le puede facilitar mucho las cosas, una gran cantidad de
posibles ayudas que le pueden ayudar a rentabilizar sus inversiones gracias a
la colaboración que le pueden facilitar las diferentes administraciones
públicas, tipos de interés muy bajos y otras subvenciones que le pueden allanar
e camino.
Vi en esa persona la
capacidad necesaria para el desarrollo de esas políticas de repoblación de los
pueblos, pero con una posibilidad de arraigo con el territorio y en el propio
territorio. Me incliné por recomendarle la compra de una casa-solar para
destinarla a turismo rural; la organización de actividades relacionadas con la
naturaleza, deportivas e incluso el montaje de un caravaning para esta
modalidad turística, dado que en la comarca no existe ninguna con servicios
propios de un espacio como ese.
En fin. Como persona que le
gusta el turismo, desde un lado y el otro, le di esos consejos que son los
mismos que le daría a cualquier persona que viva o piense vivir en una
población, llena de recursos turísticos a desarrollar, y que apenas los han
sabido difundir con el objetivo de que su población se estabilice en la misma y
de esa forma mantener el número de habitantes que posee.
No sé. Tal vez eran los
consejos de alguien a quien le apasionan los pueblos, aunque viva en una ciudad
mediana. Es posible, o no, que ese sea el tipo de repoblación que requiere
nuestro interior de la provincia, la creación de puestos de trabajo, antes que
traer familias con niños sin darnos cuenta que si no hay trabajo esos niños
dejarán, en un futuro más o menos lejano, el pueblo nuevamente vacío.
Siempre he entendido que a
repoblación se basa en echar raíces en la tierra y no, solamente, plantar
macetas.
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