Una paella para la concordia
Queridos Carles y
Mariano:
Ya sé que, ambos dos,
sois unos cabezotas y que vuestras huestes respectivas os meten tal presión que
no sois capaces de reaccionar o de
recular un poquito para intentar salvar una situación que evitaría
muchos problemas de todo tipo, incluidos familiares, vuestros y de vuestras
respectivas ciudadanías.
También sé, igual que
vosotros, que vuestro orgullo personal y político os conduce a no ser el
primero que llame al otro para que “vuestras huestes” no os pongan a los pies
de los caballos por haber cedido un ápice pero la verdad es que os/nos iría a
todos mejor si no tuvierais tanta vanidad.
Pues bien. Para que
no perdáis ninguno de los dos ni el orgullo, ni la vanidad, ni os veais
sometidos a la presión de “vuestras huestes”, seguidores, miembros de los
respectivos partidos y de la ciudadanía en general, de uno u otro lado, yo os
propondría una paella, si una paella que yo guisaría para los dos en mi casita
de la playa y en la que, ambos dos, mientras degustamos tan exquisito plato
valenciano, podríais chalar de esa cosita que teneis entre las manos y que a
todos, con perdón, nos está jodiendo mucho.
No traigáis nada.
Todo lo pongo yo. Con tal que vosotros pongáis buena voluntad, me conformo,
aunque pensándolo mejor y con tal de aportar algo cada uno Carles podría traer
un vino tinto del Penedés y Mariano un orujo gallego que tomaríamos con el
café. El cava, para brindar lo pongo yo, un cava valenciano de esos que tanto
me gustan.
Como la cosa lleva prisa
la podríamos hacer este domingo, si, pasado mañana, antes que llegue al Senado
la petición 155 y que el Parlament se proclame independiente y la situación se
haga tan insostenible que lleguemos al lunes, al menos, sin haberlo intentado y
que la situación se agrave aún mas y que no beneficie a nadie.
La podríamos llamar
la paella de la concordia y con ella reafirmaríamos que casi todo se puede
solucionar alrededor de una buena mesa. Saludos para todos y la propuesta está
hecha.
Se que algunos se lo
tomarán a cachondeo, pero ¿habrá algo mejor que una paella para solucionar los
grandes problemas de la historia?
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