Hoy es jornada de reflexión.

Después de quince días de campaña electoral, hoy, nos han dejado la jornada para reflexionar en quien debemos depositar nuestro voto, ese voto que, aunque parezca poco, va a colaborar a decidir quien nos va a gobernar en nuestro municipio durante los cuatro años venideros.

A los ciudadanos de a pie nos dejan una jornada para reflexionar, pero yo, que siempre me estoy haciendo preguntas, me cuestiono cuantos días reflexionan quienes se presentan en las diferentes candidaturas y cuantos momentos piensan reflexionar quienes gobernándonos y habiéndolo hecho como lo han hecho, se presentan a las elecciones.

A los nuevos, les presupongo la ilusión de hacer algo por su pueblo, pero a cuantos ya llevan años ejerciendo el poder, no puedo presuponerles nada, ya lo han demostrado todo, ya sabemos lo que pueden hacer y lo que han hecho. Ya hemos visto su capacidad de gobernar y de gestión, sus posibilidades de liderazgo y el buen hacer de una ciudad con muchas posibilidades y con pocas aptitudes en su gobierno.

Hoy toca reflexionar y pensar, unos preparan los votos en los sobres a otros nos gusta entrar en las cabinas para llenar el sobre y ejercer el derecho que en realidad debería ser una obligación para todos porque en esta sociedad en la que vivimos, además de derechos, tenemos obligaciones, cosa que algunos no saben o no son conscientes.

La víspera del día “D” es la jornada de la meditación trascendental en la que nos jugamos el porvenir de los próximos cuatro años, aunque visto lo visto, los cuatro cosechas que se nos aproximan estarán marcadas por la gestión de estos cuatro ejercicios anteriores en los que la deuda de treinta y un millones de euros acumulados por el Ayuntamiento de Burriana, condicionarán el provenir más o menos inmediato.

Tras los hechos acaecidos en la pasada legislatura y ante la jornada de reflexión para la elección de la candidatura adecuada, voy a indicar algunos de los parámetros en los que voy a orientar mi reflexión. Voy a buscar una candidatura que pueda tener imaginación, ganas de trabajar, que aporte aires nuevos, que me atienda cuando solicite algo o presente alguna propuesta, una lista a la que le presuponga limpieza en el trabajo, honestidad y algo muy importante, que tenga ganas e intención de hacerlo bien.

Pero además de todo ello, como asiduo a los plenos y conocedor de la gestión municipal voy a analizar la forma de trabajar en el gobierno y la oposición, las reivindicaciones hechas a las administraciones superiores, la situación de las calles, de la economía del consistorio, de los logros conseguidos en la carretera del puerto, en el Arenal, la precariedad de los chiringuitos y como no el fomento real del comercio, de las actividades juveniles, de la cultura, etc. Y después de todo ello deshojaré la margarita e iré eliminando los pétalos que no considere oportunos para quedarme con aquél que me ilusione, que le vea espíritu de superación y que vea que pueda aportar algo que quienes me han gobernado hasta ahora no lo han hecho, esperanza en el futuro de una ciudad con muchos recursos y muchas posibilidades que no han sabido ni saben aprovechar aprovechar.