Falta de suerte

A veces pienso que tenemos mala suerte. Creo que Burriana no es capaz de encontrar la persona que la lleve al futuro, pero a un futuro que no olvide el presente por cuyo tránsito debe pasar, ineludiblemente.

De vez en cuando creo que el porvenir puede ser muy positivo si se sabe afianzar el momento que vivimos, pero otras me enroco en mis pensamientos y no le veo salida a ese túnel en el que entró Burriana hace unos años y nadie es capaz de aproximarla a la luz del final.

Hay veces que me tiraría al ruedo y otras que abandonaría el barco. Estamos ante un momento decisivo del futuro de nuestra ciudad, un momento en el que vamos a tener que decidirnos y elegir a nuestros gobernantes, las opciones son pocas y poco ilusionantes, al menos para mi y no se si es por que exijo mucho o por que me gustaría que el futuro nos ilusionara, nos entusiasmara y nos apasionara para elegir con acierto.

A pocos días de las elecciones del 22 mayo las opciones previstas son seis, tal vez excesivas, y las dos opciones mayoritarias no terminan de motivar a la gente. Por un lado el Partido Popular, un partido que viene gobernando Burriana desde hace “dieciséis añitos”, como dice la canción y que ha sumido a Burriana en una depresión que ni Richard Gere en aquella película que interpretaba a un psiquiatra en New York, es capaz de darle una solución, aunque es posible que lo necesitáramos en su papel en “American Gigolo”, al menos para alegrar a un sector de la población.

Un partido que ha dado un alcalde que en doce años de diputado en Madrid, no ha sido capaz de conseguir nada positivo para Burriana; que en doce años de concejal de cultura ha desestructurado el movimiento cultural que tenía la ciudad y que en cuatro años de alcalde ha conseguido para Burriana el record de treinta y un millones de euros en deudas, creo que no es merecedor de su renovación. Si Burriana fuéra un país independiente hubiéramos pedido ayuda a Bruselas, como ya han hecho Grecia, Irlanda y Portugal.

Probablemente, se le achacará la culpa al gobierno central o a la crisis, pero la realidad es otra bien diferente, la situación actual de Burriana es consecuencia de la falta de gestión del equipo de gobierno, de la incapacidad para coger al toro por los cuernos, de afrontar la realidad y de no ver más allá de la punta de la nariz, pero ¿para que ver más allá? si igual cobro el sueldo de cada mes, si salgo a los desfiles, de alcalde o concejal y caiga la que caiga yo no corro peligro de no cobrar.

Estamos ante un momento decisivo y para que ese momento pase hay que depositar un voto en una urna, poco puede hacer mi voto, pero a pesar de todo iré a votar, no se a quien votar, pero analizando candidaturas y por los hechos demostrados, si que se a quien no voy a votar, aunque con ello no se si va a cambiar la suerte de Burriana.