La libertad de expresión tiene unos límites

Querido Jordi:

El pasado sábado, justo una semana después de que entrevistaras en tu programa a la madre del asesino confeso de Marta del Castillo, más conocido como “el Cuco”, hice zapping para ver a quien entrevistabas, dado que hasta la semana pasada solía verlo, si podía, por las entrevistas o las tertulias de quienes asistían a tu programa, siempre que no fueran relacionadas con temas del corazón, porque esos temas, a mí, me la traen floja; justo en ese momento estabas realizando una arenga sobre tu programa, la libertad de expresión y algunos otros temillas relacionados con el mundo de la prensa.

Bien pues, como periodista que llevo muchos años en la profesión, aunque mi área geográfica haya sido y es sensiblemente más reducida que la tuya, tengo que decirte que todo mi aprecio personal hacia ti, hacia tu programa y hacia la cadena, se han venido abajo y si en alguna otra cadena sólo veo un programa, a la semana, en esa que es en la que tu trabajas ya sólo tengo “Pasapalabra” porque lo demás queda descartado, incluso tu programa.

Como te atreves a decir que la presencia de la madre de ese asesino en tu programa es una muestra de la libertad de expresión; como puedes atribuirte una serie de poderes sobre todos los mortales que ni a ti ni a nadie le corresponden; como tu, tu cadena y la empresa que representas pueden pagar a la madre de un asesino a que confiese cosas, en su mayor parte mentiras, que lo único que han hecho ha sido herir a los familiares de Marta del Castillo, a los normales ciudadanos de la calle y a todo bicho viviente que tenga dos dedos de frente y para mayor vergüenza ajena, le permitisteis que no mostrara su cara, no se si por vergüenza o por carecer de ella, pero seguro que no tuvo ningún pudor en cobrar lo que le pagasteis.

Desde que comenzaste con la emisión de los programas, me pareció interesante, ameno, plural y aunque tuviera alguna parte del mismo de chismorreos, que repito no me gustan, valoraba positivamente sus contenidos, aunque últimamente los derroteros que ha tomado me dejan cada vez más indiferente, sigue el mismo camino que en su día tomaron el “Mississipi” de Pepe Navarro o las Crónicas Marcianas de Xavier Sardá, todo es cuestión de tiempo.

Alguien escribió y dijo “que en el momento de entrevistar a una persona hay que mirar si se puede hacer daño a otra u otras personas y si la respuesta es afirmativa es mejor no entrevistarla” tal vez ese era el planteamiento que deberías haber tomado pero si quieres seguir en la misma línea, en este país, para desgracia nuestra, hay muchas madres/padres de asesinos y muchos familiares de victimas para herir y por consiguiente muchos personajes para llevar a tu programa. Continúa por ese camino, tu futuro será muy esperanzador a pesar de tu brillante pasado profesional.