Reflexión desde el inconformismo
A veces, parezco o
parecemos algo tontitos con aquello de las aclaraciones y es que estamos tan
acostumbrados a que nos lo den todo mascado que no sabemos interpretar.
No sabemos
interpretar y, a veces, no sabemos ni pensar al leer lo que leemos, escuchar lo
que escuchamos o ver lo que vemos. Somos un poquito torpes y, en ocasiones algo
malintencionados con todo lo que nos dicen, publican o nos ordenan.
Desde que estamos
viviendo la situación que estamos viviendo hemos estado atendiendo, no sé si
también entendiendo, las infinitas ruedas de prensa que han ofrecido los
ministros, los responsables del Gabinete de Crisis o cualquier otra persona
involucrada en responsabilidades sanitarias respecto de la pandemia que
sufrimos.
Considero que hemos
recibido, incluso, excesiva información de los ejecutores y por supuesto, desde
mi punto de vista, de esa cruenta oposición que bajo aquello de apoyar la
salida de la crisis socio-sanitaria-político-económica que padecemos, han
mostrado, una vez más, su cara más desagradable para conseguir el objetivo que,
según decían, pretendían con ello que no era otra cosa que salir de la crisis.
Mentira podrida.
Nos hemos saciado de
datos, de información, de extensas ruedas de prensa que parecían no acabar
nunca ante el insistente interrogatorio de numerosos periodistas que preguntaban
una y otra vez las mismas preguntas para obtener las mismas respuestas. Menos
mal que de vez en cuando salía un gallego, un vasco o un andaluz preguntando
aquello de ¿Y de lo mío qué?
En fin ya tenemos una
guía a seguir dividida en cuatro fases que me da la impresión que yo he sido el
único en entender o, a lo mejor, el único que no lo ha entendido y es que en cada
una de las fases te marca unas actuaciones a las que tenemos que acogernos, Si
o Si. Y que son las que tenemos que cumplir de la misma manera con la que hemos
cumplido el confinamiento la mayoría de ciudadanos, con orden y concierto.
Lo demás son
particularidades que hay que solventar y, al final, como particularidades que
son nos la debemos solucionar de forma individual. ¿Todos estamos conforme con
las reglas de juego del futbol, del balonmano, o de cualquier otro deporte?
¿Nos gustan las normas para jugar al mus, al parchís o al tute? ¿Nos gusta
conducir por la derecha o nos gustaría ir al revés como lo hacen los ingleses
que siempre andan igual?
Seguramente no
estamos muy de acuerdo con ellas porque, incluso, ni nos lo planteamos, pero
cumplimos con las normas. Lo mismo debemos hacer ahora, cumplir la norma y
adaptar nuestro establecimiento a las exigencias de la nueva Ley que dicen que
nos llevará a una nueva normalidad.
No sé si la
normalidad será nueva o no, pero lo que no me gustaría es que perdiéramos lo
andado, entre otras cosas porque en el camino se han quedado muchos.
Esta reflexión la
hago desde el inconformismo en parte de la normativa, en el sistema de ruedas
de prensa, en las comparecencias de algunos de los comparecientes y, sobre
todo, en la disconformidad de tener la oposición que se tiene. Saludos.
P.D. Acabo de encontrar por las redes esta perla y, aunque no es de mis periodistas de cabecera, coincido plenamente,
https://www.facebook.com/hoyporhoy/videos/569276483712852/UzpfSTI2MDA5NzI3NTY2NToxMDE1NjY0NDc0ODAzNTY2Ng/
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