Con tu suerte anda la nuestra
Querido Pedro:
No esperaba mucho de ti, pero tras intentar escuchar el
inicio del programa de gobierno que esbozaste en la capilla Sixtina de la
democracia española, hace aproximadamente mes y medio, y de oir que como
primera medida de cambio tenías pensado sacar del Valle de los Caidos a Franco,
tuve una primera reacción, cerrar la radio y ponerme música para aliviar mis
oídos del gran programa de gobierno que tenías para los españoles.
Después, el paso del tiempo, los días, las semanas y algo más
de un mes desde aquella jornada, he podido comprobar que, con toda la que está
cayendo, y de abogar por el diálogo, la reconciliación y no sé que otras
palabras profundas andas metiéndote en una serie de charcos, igual que yo
escribiendo estas líneas, mientras los problemas de la gente que se queda sin
casa, el problema de las energías renovables, el conflicto con Catalunya, tus
altibajos con la justicia y los bandazos en política migratoria dejan entrever
el sin gobierno que tienes, a pesar del equipo que tienes que considero muy
bueno, pero entonces surge la pregunta. ¿Qué falla?
Hay muchas cosas que se quedan en el tintero de los problemas
de este país, pero, al menos, a mí me gustaría vislumbrar alguna solución de
aquellas que prometiste cuando te eligieron Secretario General del Partido Socialista,
promesas que las hemerotecas te están sacando por activa y por pasiva y que
continuarán reclamándote, con mayor insistencia si cabe, cuando se inicie el
periodo de normalidad tras el parón veraniego.
Siempre he mantenido que con un directivo mediocre rodeado de
un buen equipo se puede llegar a triunfar, pero siempre y cuando se haga caso
del equipo y no se responda a los caprichos del señorito ejecutivo, venido a
más gracias al poder que se puede llegar a ejercer desde el propio poder.
Me duelen prendas que desde esta opción política que gobierna
se haga lo que se hace y no se afronten los problemas de la gente y se haga
respetar la Ley, esa Ley que según nos dicen todos debemos cumplir y que
quienes tienen que hacer que se respete se la salten a la torera en pro de una
silla que hay que mantener a cualquier precio y, eso desde mi punto de vista,
no es lo mejor para un municipio, una comunidad autónoma o un país, porque si
fuera una empresa privada duraría menos que una caramelo a la puerta de una
escuela.
Nada, eso. Que con tu suerte anda la nuestra y no pintan muy halagüeñas.
Y que este país, aunque nos duela, requiere de soluciones determinantes y nada
de medias tintas y lo visto es …………………….
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