Que bello es ver trabajar
Me encantan los
concejales del Ayuntamiento cuando presentan iniciativas y apuestan por buscar
soluciones a los “muchos” problemas que tiene planteados esta ciudad nuestra de
cada día. Sí, me encanta que aprovechen su coeficiente intelectual para atisbar
el final de un problema que se agudizó hace años y que, ahora, puede tener
visos de solución. Sí, es algo que ya deberíamos tener solucionado y en cambio
aún está pendiente.
Es algo, a mi
entender, muy lícito que los concejales trabajen para ganarse el sueldo que les
pagamos los contribuyentes de esta ciudad llamada Burriana y cuyo freno de mano
lo tiene puesto desde hace varios lustros. Me encanta eso y muchas otras cosas
que podrían estar solucionadas y que aún no lo están por muchos motivos, entre
ellos la falta de ganas de quienes nos han gobernado durante muchos años y de
quienes accedieron hace un año al poder y se han encontrado con las manos
atadas por las sentencias judiciales, la falta de medios económicos y la capacidad
de un alcalde que tomó la "carrera" para llegar a la galaxia en la que vivía, o
mejor, se fue al lugar en que habitan las estrellas, el Parlament, en donde
se dormita casi igual que en el Congreso.
Me entusiasma verles
trabajar, especialmente al tripartito de la oposición y en particular al grupo
mayoritario que, ahora, aporta muchas medidas que pretenden solucionar nuestros
problemas cuando en su día, cuando gobernaban, no daban un palo al agua,
siempre salvando las excepciones que, “haberlas haylas”.
Leo, recientemente,
que desde el Partido Popular de Burriana se requiere al consistorio municipal
para que bien la papelera o el antiguo IES Llombai se utilice para la creación
de la Escuela Oficial de Idiomas con carácter comarcal y es que una propuesta
de estas es realmente hermosa si se tiene en cuenta el beneficio que puede
traer para nuestros vecinos, que no es poco. Si la hacen en el IES Llombai, sin
tirar el edificio, yo recuperaré mi eterno proyecto de intentar aprender
inglés. Y yo soy de los que cumple las promesas, no de aprender inglés, sino de
intentarlo.
Me enternece leer
que, ahora que el Ayuntamiento de Vila-real va a subir los impuestos del IBI
urbana, hay que ir corriendo hasta las industrias de la población vecina para
que trasladen sus instalaciones hasta la nuestra y de esa forma pagar menos impuestos.
Esto no es propio de un licenciado en dirección y administración de empresas o
de cualquier otro titulado universitario. Pero en fin, hay lo que hay.
Me encanta ver cómo
trabaja el equipo mayoritario de la oposición y es que anda diciendo lo que no
ha hecho durante años y esto me recuerda aquello de “haz lo que yo te diga,
pero no lo que yo haga”. No sé quién lo diría, pero seguro que muchos y es que
cuando llego a este punto me doy cuenta que estamos en campaña electoral.
Me agrada que se
hagan propuestas, pero me gustan las nuevas, no todas aquellas que después de
lustros de gobierno no han tenido “c……” de llevar a cabo.
P.D. Sustituir los
puntos suspensivos por dos “o”, una “s”, una “n”, una “e” y una “j” y
encontrará la solución.
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