Aunque seas mi amigo en Facebook

Leo por las redes que algunos ya no salen a aplaudir cada día a las 20 horas a quienes durante este tiempo que hemos y que, todavía, estamos viviendo han estado trabajando para nosotros en los hospitales para cuidarnos en la salud. Yo lo he hecho, también, por los transportistas y los pequeños establecimientos de alimentación que han abierto cada día.

También por los vendedores del mercado que cada día que les he visitado me han atendido, lo he hecho por los bomberos, policías, ejercito y todos aquellos colectivos que se han esforzado para evitar lo peor y he aplaudido, incluso, por aquellos concejales y alcaldes que han estado al pie del cañón intentando dar una normalidad imposible a los ciudadanos.

Lo he hecho también por aquellos responsables políticos que han trabajado para, al menos, intentar evitar que la situación fuera a más.

Por quienes no lo he hecho ha sido por esos que no han hecho más que hablar mal de todos o de parte de quienes han trabajado con buena intención. No lo he hecho, tampoco, por quienes han criticado hasta la saciedad a un gobierno que, aún habiendo hecho alguna cosa no muy bien, se ha esforzado para enmendar la plana rectificando en algunos casos que se ha dado cuenta que había cometido un error.

No he aplaudido por aquellos que, ahora, intentan sustituir los aplausos por una cacerolada, como si todo estuviera solucionado. No lo he hecho por los “estúpidos” que no atienden a las recomendaciones que les dictan las autoridades sanitarias.

Mañana, al igual que hoy, saldré a aplaudir a todos los que están a favor de que esta situación se soluciones definitivamente y no lo haré por quienes quieren derrocar a un gobierno que ha salido de las urnas y que me guste o no busca solucionar tu problema y el mío.

Saldré para avanzar en una situación pandémica que nos ha “jodido” y mucho y no lo haré para espantar a golpe de cacerola a nadie de ningún sitio, nunca he sido partidario de ir contra nadie, me gusta ir a favor de cualquier causa antes que contra nada ni nadie.

Mañana volveré a salir para aplaudir por una situación mejor y, siempre, mejorable, pero saldré para afrontar cada día con el vigor, la alegría y la esperanza de unos aplausos antes que con el desconcierto de quienes golpean la cacerola, aunque seas amig@ mío en Facebook.